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Terminando el Año con Agradecimiento

Parece que como sociedad y como individuos cada vez nos quejamos más. Y no es que falten razones, los problemas que enfrentamos como sociedad y como individuos no son inventados o imaginados, pero a veces sí los exageramoss y casi siempre hablamos de ellos más de lo que merecen.
Uno de los propósitos firmes que tengo para comenzar el 2012 no tiene que ver con kilos de menos o pesos de más (aunque no estoy en contra de ninguna de esas dos cosas), pero sí tiene que ver con que al final del año que viene, el balance entre mis quejas y mi agradecimiento quede dramáticamente a favor del último.
Vivimos en una sociedad en que la norma es quejarse desde la mañana hasta el anochecer y los noticieros radiofónicos y televisivos, así como los medios impresos, parecen diseñados a darnos material para queja y para recordarnos que, para ser cuidadanos serios y conocedores de nuestra situación, debemos estar al día del material para queja.
Como dije líneas arriba, no es que falten razones para quejarnos ante los problemas que enfrentamos como sociedad y como individuos, pero nunca he sabido de una situación que se resuelva a base de quejas. ¿Por qué? Porque el quejarnos hace que nos enfoquemos en los problemas, no en las soluciones.
Vivimos en una sociedad en que el ser agradecidos parece anacrónico, fuera de lugar e incluso inapropiado. Pero la verdad es que el agradecimiento debería de ser parte de la vida de toda persona que quiere salir adelante.
Tal vez valga la pena que en el 2012, en lugar de automáticamente reaccionar con quejas, recordemos lo importante que es estar agradecidos... o más bien, lo importante que es ser agradecidos.
Por mi parte, mi primer gran agradecimiento siempre es para con Dios. Lo que El ha hecho por mí, lo que me ha dado y lo que ha hecho de mí.
En segundo lugar para mi familia tanto inmediata como extendida, por el gozo que es contar con un grupo de personas que no solo me aguantan sino me quieren.
En tercer lugar con todos mis amigos y colaboradores, así como con los clientes y lectores de TURISTAMPA.
Dios los bendiga y les deseamos un gran cierre de año y un brillante 2012.