Columnistas

• Las cifras estadísticas contradictorias o
francamente engañosas.
• SECTUR contra el Banco de México y
contra el mundo.


Para nadie en el medio turístico, y especialmente para los empresarios y trabajadores de la actividad, es un secreto que los niveles de afluencia en muchos de los destinos turísticos han bajado estrepitosamente durante el presente sexenio. Empresarios y trabajadores de muchas localidades del país se enfrentan todos los días a la penosa realidad de ver cada vez más habitaciones y mesas vacías en donde otrora se registraba una saludable actividad de negocios. Para nadie es un secreto que muchas localidades viven además un virtual “toque de queda” a cierta hora de la noche, en que ni siquiera los habitantes locales más osados se atreven a salir.
A pesar de eso y de la generalizada percepción de inseguridad que se vive en el país, la Secretaría de Turismo ha decidido intentar por todos los medios un inútil esfuerzo al parecer encaminado a “tapar el sol con un dedo”, presentando de manera parcial cifras estadísticas insustanciales que buscan ocultar el histórico descenso de viajeros que se ha experimentado durante el calderonato.
Se ha llegado al extremo de enfrentar las cifras que tradicionalmente da a conocer el Banco de México, y que desde luego han presentado siempre consistencia y fiabilidad, dado el cuidado metodológico con que se recogen y elaboran: No hay que olvidar que el Banco de México, desde su fundación en la década de los veintes del pasado siglo, ha acumulado una experiencia en la recopilación, manejo y presentación de los datos estadísticos que difícilmente pueden ser comparados a la cíclica tentación que han tenido los responsables de las estadísticas turísticas de SECTUR para presentar datos parciales que justifiquen la chamba de los titulares, aunque se alejen de la realidad que todos podemos comprobar.
La realidad inobjetable es que en agosto de este año llegaron sólo 5 millones 803 personas, lo que representa una contracción del 7.4% respecto al mismo mes de 2010 y el peor resultado de los últimos ¡24 años!
Para hacer una comparación que ilustre el descenso en la cifra baste ver, que en agosto de 1994 se recibieron 6 millones 872 mil personas, en agosto de 2000 vinieron 8 millones 907 mil turistas, en el mismo mes de 2008 arribaron 7 millones 278 mil y en agosto de 2009 lo hicieron  7 millones cuatro mil.
La captación de divisas por turismo internacional en 2011 significó una contracción del 6.62% respecto a agosto de 2010, al ubicarse en 812 millones 608 mil dólares, siendo el peor resultado de los últimos ocho años.
Los resultados acumulados enero-agosto (siete mil 959 millones 906 mil dólares) muestran un decremento en la captación de divisas de 3.69% con respecto a igual periodo del año 2010 (8 265 millones 081 mil dólares).
Todas estas cifras son las dadas a conocer por el Banco de México y a nuestro juicio son inobjetables y dan a conocer la realidad de la actualidad turística: No puede ser de otra manera si atendemos a la pésima imagen generada durante el sexenio. Lo lamentable es que para tratar de ocultar estos datos SECTUR trae a colación distractores como el decirnos que los turistas procedentes de Rusia, de la República Checa o de Brasil se han incrementado, sin mencionar que tales mercados son insignificantes en el total de visitantes que recibe nuestro país.
Para cualquier escucha bisoño en las estadísticas turísticas puede resultar positivo que en las conferencias de prensa de SECTUR se destaquen esos incrementos tratando de presentar un avance en la actividad, pero que quede claro que los especialistas no nos tragamos ese hueso: La verdadera realidad que las cifras turísticas dejan apreciar es que estamos asistiendo al peor desempeño sexenal de que se tenga noticia en toda la historia del turismo en México.
Lo curioso es que recientemente SECTUR se ha atrevido a señalar que el Banco de México “no presenta adecuadamente las cifras” ¿Será porque reflejan la realidad y no la fantasía que ilusamente SECTUR pretende que traguemos? ¿O es que BANXICO y todo el mundo turístico nos equivocamos?