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Nada más estimulante para el ejercicio cerebral que presenciar un buen debate, en esta ocasión titulado “Tendencias en la Industria Hotelera”, dentro del Foro Tendencias Turísticas de Vanguardia que se llevó a cabo durante la FITA 2011.
Los participantes fueron David Fuentes, Director de Consultoría y Asesoría de la División de Bienes Raíces Orientados al Turismo de RCI México; Luis Barrios, Presidente y Director General de Hoteles City Express; Armando de la Cruz, Presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles; y Felipe González Abad, Consejero Senior de Amadeus. El moderador fue Edgar Ibarra, Director General de Turistampa.


Resultó de lo más interesante escuchar las opiniones, a veces coincidentes, a veces encontradas, de cuatro ejecutivos con gran experiencia dentro de la industria turística y, especialmente, de la hotelería.
Entre las coincidencias destacan aquellas que dicen que en estos tiempos es muy importante diferenciar con claridad los tipos de hoteles y los tipos de turistas, además de voltear a ver hacia el mercado nacional y hacia la hotelería independiente, la cual representa el 85 % de los hoteles de México y no va a desaparecer pero sí tiene la imperiosa necesidad de transformarse para modernizar sus sistemas de reservaciones y de ventas.
Se dijo también que el turista de negocios actual es muy diferente al de hace algunos años. Hoy exige mucho en cuanto a servicio e infraestructura, pues tiene necesidades muy distintas a las del turista de recreación, por lo cual los hoteleros deben identificar las necesidades y gustos de los viajeros y rediseñar la hotelería por segmentos pues, por ejemplo: ¿qué es lo que realmente necesita el viajero de negocios?, ¿qué es lo que no necesita y, por tanto, no está dispuesto a pagar?
Aunque actualmente el viajero nacional representa entre 70 y 75 % del mercado, se pronostica que en los próximos cinco años veremos una gran integración del mercado latinoamericano. Por otra parte, la categorización delos hoteles debe cambiar sus criterios; la calificación con estrellas es cada vez más confusa y refleja muy poco la realidad.
En cuanto a los viajeros actuales, resulta que son cada vez más independientes y prefieren investigar en internet y redes sociales para armar sus vacaciones. El viajero quiere vivir una experiencia única y no sólo tener una buena habitación. El reto para la hotelería mexicana es salir a buscar a los turistas y traerlos; no esperar a que los traiga una chartera en plan todo incluido.
Entre las diferentes posturas de los participantes surgió de repente la primera discrepancia, pues mientras Armando de la Cruz y Luis Barrios dijeron que el precio es uno de los primeros factores que toma en cuenta el viajero, Felipe González sostuvo exactamente lo contrario, que el precio es el último factor que le interesa al viajero. Cada quien expuso sus propias razones y se notó que todos tenían una parte de la verdad, sólo que desde diferentes perspectivas. Mientras que los hoteles que trabajan con las globalizadoras saben que cada vez hay más intermediarios entre el producto y el cliente, hay casos como el de City Express, que funciona precisamente eliminando intermediarios para así poder bajar los precios y ser mucho más competitivo.
Armando de la Cruz opinó que es necesario combatir a la hotelería pirata, pues no deja ninguna derrama al destino, mientras que David Fuentes piensa que lo que debe hacerse es meter a la formalidad legal casas y departamentos que se pueden rentar turísticamente en ciertos periodos.
Se dijo también que hay que valorar mucho la autenticidad, pues los viajeros no vienen a buscar lo mismo que hay en su país; quizá por eso México, como marca país, está en el número 48 del mundo, mientras que Costa Rica está entre los primeros diez.
Por Vicente Ochoa


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