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Por su importancia, reproducimos en este espacio el contenido del boletín de prensa que la Organización Social DI NO A LOS CASINOS publicó recientemente:  

• ADVERTENCIA: La tragedia del Casino Royale de Monterrey se repetirá fatalmente en otros casinos si no se eliminan las principales deficiencias en el  Reglamento de Juegos y Sorteos y en la Secretaría de Gobernación, que facilitan la acción de la delincuencia organizada en las salas de apuesta.

El caos jurídico, la corrupción y la opacidad en la regulación de los casinos en gran parte se deben a las deficiencias en el Reglamento de Juegos y Sorteos, diseñado a la medida de los casineros, y a la tendencia de la SEGOB a en todo momento favorecer a los mismos, en detrimento de los intereses de la sociedad. Las trágicas consecuencias ya se han visto en el caso del Casino Royale de Monterrey, pero por desgracia se irán repitiendo en otros casinos del país si éstos no se cierran, o si por lo menos no se corrigen las siguientes deficiencias:
1.    El Reglamento de juegos y sorteos no obstaculiza el lavado de dinero en los casinos.
2.    El Reglamento de juegos y sorteos no obliga a la identificación del jugador-cliente.
3.    El Reglamento de juegos y sorteos permite la transferencia de los permisos sin la adecuada fiscalización: Como se vio en el caso del Casino Royale, SEGOB ni se enteró del cambio de propietario del establecimiento, lo cual quiere decir que no existe impedimento para que la delincuencia organizada pueda hacerse cargo del control de los casinos.
La combinación de los tres puntos anteriores constituye el paraíso para quien quiera lavar dinero, pues si un narcotraficante controla el casino, estará en posibilidad de mandar a diferentes testaferros a “perder” dinero de procedencia ilícita en el casino, disimulándolos entre los demás jugadores-clientes, con lo que al día siguiente el casino puede depositar el dinero en el banco de su elección y justificarlo como utilidad del establecimiento. Esto desde luego permite el financiamiento  y por tanto el fomento y la reproducción de mayores actividades delincuenciales e ilícitas, por lo que resulta absurdo enviar a militares y policías a una dizque “lucha contra el narco” en la que ya han caído muertos más de 50 000 mexicanos, cuando al mismo tiempo se tiene abierta de par en par la puerta del lavado de dinero en los casinos. Las disputas entre bandas rivales para el control de las salas de juego es así inevitable, por lo que los atentados seguirán dándose.
4.    El Reglamento de juegos y sorteos NO protege al jugador-cliente: Si gana mucho y el casino  no le quiere pagar, no existe ninguna autoridad ni mecanismo para obligar al casino a pagarle.
5.    El Reglamento de juegos y sorteos permite que cada casino diseñe sus propias reglas de juego, por lo que el jugador-cliente no puede defender sus intereses.
6.    El Reglamento de juegos y sorteos ha venido siendo violado sistemáticamente con la complacencia de SEGOB, pues en muchos casinos se han verificado juegos prohibidos como naipes, ruleta y máquinas automáticas. Además se han instalado casinos cerca de escuelas, sin que SEGOB intervenga.
7.    La Secretaría de Gobernación hizo un reglamento sin tener capacidad para fiscalizar su cumplimiento: Actualmente operan cerca de 500 casinos con permiso en México, para supervisar su operación sólo existen 44 inspectores de SEGOB, es obvio que son incapaces de realmente fiscalizarlos.
8.    El Reglamento permite la operación casinera de empresas extranjeras: Actualmente la empresa española CODERE está a punto de quedarse con cerca de la mitad de las operaciones de los casinos en México, al ser propietaria tanto de los casinos de CIE, como de los de Grupo Caliente. Esto quiere decir que las ganancias de los casinos de estas empresas pasarán de México a España, dejándonos a nosotros los mexicanos los efectos nocivos y enriqueciendo a los empresarios españoles, contradiciendo la finalidad del turismo que es captar divisas, no exportarlas.  
9.    El Reglamento no exige a los casinos informar al cliente sobre la ludopatía:
Los perniciosos efectos de la ludopatía no son advertidos a la población, por lo que los daños psicológicos, familiares, sociales, económicos y sus consecuencias en adicción, divorcios, abandono de las responsabilidades laborales, familiares y sociales, desfalcos, pérdida patrimonial, robos motivados por la compulsión al juego, suicidios, etcétera no son conocidos por el grueso de la población.  
10.    El Reglamento no prohíbe cajeros automáticos o bancos en casinos, con lo que la pérdida patrimonial del jugador cliente es acelerada.
11.    El Reglamento no etiqueta recursos de las participaciones federales recabados por SEGOB para la atención a los ludópatas.
12.    SEGOB no informa a municipios, delegaciones ni a entidades federativas de que pueden dar opinión adversa a la instalación de casinos, y por tanto evitar su instalación en sus respectivas jurisdicciones:
El Artículo 22 del Reglamento de Juegos y Sorteos establece que el solicitante de un permiso para operar salas de juego deberá presentar junto con la solicitud del permiso los documentos en los que conste la opinión favorable de la autoridad municipal  o delegacional y de la entidad federativa en la que se pretenda instalar. Esto quiere decir que si el municipio, delegación o la entidad federativa no otorgan esa opinión favorable, no se podrá expedir el permiso y por tanto no se podrá llevar a cabo la instalación de la sala de juegos.
13.    SEGOB no informa a municipios, delegaciones ni a entidades federativas que pueden restringir las operaciones de salas de apuesta no deseadas, pero ya instaladas en sus respectivas jurisdicciones, con adecuaciones a la normatividad que impongan la extrema limitación de horarios de operación, por ejemplo de 12:00 a 14:00 y de 16:00 a 18:00 hrs.
De este modo podría disminuir el pernicioso efecto de los constantes amparos promovidos por los casineros ante jueces venales.
14.    SEGOB no informa a los jugadores-clientes de que no tienen defensa jurídica frente a los casinos.
15.    SEGOB no informa ni protege a la sociedad sobre la ludopatía y sus efectos nocivos:                                                                                                                                                                                        Desde hace más de dos décadas la Organización Mundial de la Salud considera que la ludopatía es una ENFERMEDAD, es decir, los casinos y salas de juego permanente CAUSAN DAÑO a la salud pública:
• El juego en casinos es una ADICCIÓN, que conlleva una dependencia psicológica que puede incluso degenerar en dependencia física en casos extremos. Con las salas de apuesta, la adicción del juego está por primera vez  a muy fácil alcance de enormes masas de ciudadanos que antes no se veían expuestos a éste flagelo. Además, desde su “regularización”, los casinos y salas de apuesta cuentan con un enorme apoyo en materia de mercadotecnia y publicidad (especialmente los de TELEVISA) diseñado para incentivar la adicción del juego en el público mexicano, hecho que impacta directamente en potenciar la ya de por sí elevada propensión a los juegos de azar entre los mexicanos y que  incide en la degeneración psicológica, social y cultural de las comunidades en que se asientan.
• Derivado de factores psico-sociológicos y culturales, la enorme proclividad a caer en la adicción del juego de azar apuntada, conlleva riesgos que en otros países, más habituados al ahorro y a la mesura, no existen.
• Según se ha comprobado en estudios internacionales, si se permite seguir operando a las salas de apuesta en México, la ludopatía afectará al menos a un 5% de la población adulta, (aproximadamente 3 millones 200 mil personas).
• Cada ludópata perjudica al menos a 20 personas. Esto quiere decir que cerca de 64 millones de personas sufrirán un perjuicio directo o indirecto aunque no tengan nada que ver con el juego.
• El 90% de los ludópatas termina cometiendo un crimen. Es decir, tendremos la escalofriante suma de 2 880 000 nuevos delincuentes.
• También se sabe que 20 % de los ludópatas han tenido al menos un intento suicida. Esto quiere decir que si se permite seguir operando a las salas de apuesta habrá 640 000 individuos dispuestos a todo: Ya sabemos que significa esto en materia delictiva.

• EL CASO DE NUESTRO PAÍS: Una proyección basada en datos de arranque en 2007 dará las siguientes cifras en un escenario a 25 años si no se cierran los casinos:   

• DELITOS DENUNCIADOS (Año2007): 1 715 969
• POBLACIÓN ADULTA: 64 300 000
• LUDOPATÍA EN 5% DE LA POBLACIÓN ADULTA: 3 200 000 PERSONAS.
• 90% DE LOS LUDÓPATAS COMETEN UN CRIMEN: 2 880 000 NUEVOS DELINCUENTES.
• 20% DE LOS LUDÓPATAS COMETERÁN INTENTO SUICIDA: 640 000 PERSONAS.
• POBLACIÓN PERJUDICADA (Cada ludópata perjudica a 20 personas): 64 MILLONES DE PERSONAS.
• COSTO ANUAL DE LOS CRÍMENES Y DE LOS EFECTOS NOCIVOS POR CADA LUDÓPATA:  
10 100 DÓLARES ANUALES.
• ESTIMACIÓN DE LOS COSTOS ANUALES CON 3 200 000 LUDÓPATAS:
32 320 000 000 (TREINTA Y DOS MIL TRESCIENTOS VEINTE MILLONES DE DÓLARES).

COMO PUEDE VERSE CLARAMENTE, LOS CASINOS Y SALAS DE APUESTA DEFINITIVAMENTE NO SON NEGOCIO PARA LA SOCIEDAD, PUES NINGUN PRETENDIDO BENEFICIO NI NINGUNA RECAUDACIÓN TRIBUTARIA CUBRE LOS ONEROSÍSIMOS COSTOS SOCIALES QUE TERMINAMOS PAGANDO INDIVIDUOS, FAMILIAS, SOCIEDAD Y ESTADO.


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