• Los 50 años del Boeing 737.
• Un pequeño que se ha hecho Grande.
• Desde febrero de 1968 operando en los cielos del orbe.
En el mundo del turismo todos conocen al 737: Muchos pilotos o altos ejecutivos de líneas aéreas o de agencias de viajes todavía no nacían cuando este avión ya llevaba tiempo en el aire. Es el avión jet de pasajeros más vendido y se ha convertido en la espina dorsal de muchísimas aerolíneas del orbe, incluyendo varias de las más importantes, que incluso en muchos casos lo operan como único tipo de avión en su flota o como el más significativo: Por ejemplo “Southwest”, “Ryanair”, “United”, “American”, “Copa” o “AeroMéxico” serían inconcebibles sin el 737.
Resulta sorprendente recordar que este pequeño Gran avión originalmente se concibió como un complemento de los diseños entonces “más importantes” de Boeing: El 707 y el 727, simplemente para llenar el hueco que estos no cubrían en las líneas de corto alcance y poca densidad. Por eso inició siendo pequeño, con apenas 100 asientos, para su primer cliente operativo que fue “Lufthansa”, a partir del 10 de febrero de 1968, y que lo destinó a rutas en donde no se justificaba el uso del más grande 727.
Ha sido un poco la historia de la Cenicienta, pues mientras que el 707 y el 727, originalmente los aviones “importantes” de Boeing, se construyeron durante sólo 21 años del siglo pasado, el “complemento” trascendió al siglo XXI y ya lleva en producción ¡50 años! Y no se vislumbra el fin de su fabricación, pues las sucesivas series y generaciones de este exitosísimo avión lo actualizan constantemente y son esperadas ansiosamente por líneas aéreas de todo el mundo.
Como buena y sencilla Cenicienta tomó prestado mucho de sus hermanas importantes: La cabina y el frente son las mismas del 727 y el perfil del fuselaje y la cola son originalmente “prestadas” del 707, con lo que Boeing ahorró mucho en el diseño: En el colmo de la sencillez ni siquiera le pusieron cubierta al tren de aterrizaje, cuyas ruedas son aparentes en pleno vuelo y en caso de emergencia pueden bajar por simple gravedad.
Ya reconocido como un Grande de la aviación, es en extremo versátil: Puede operar rutas cortas, pero ahora en sus nuevas versiones también ¡intercontinentales! “Scandinavian Airlines System” (SAS) lo utiliza en su ruta de Boston a Copenhague; “WestJet” de Canadá lo usa para unir Terranova con Dublín y Halifax con Glasgow; mientras que “Norwegian Air Shuttle” (NAS), lo está comprando para operar periplos transatlánticos en la versión “Max 8” para cubrir los vuelos entre Edimburgo y Birmingham en Inglaterra, Cork y Shannon en Irlanda con aeropuertos pequeños en Nueva Inglaterra y el área de Nueva York. (Ver: “Your next trans-Atlantic trip may be on Boeing's smallest plane, the humble 737” Chicago Tribune 15 sept. de 2016).
Para entender la importancia del 737 bastan algunas cifras: En sus diferentes versiones ya está rondando la cifra de 10 000 aparatos producidos (9 836 al 31 de diciembre de 2017, con 4 668 órdenes pendientes de fabricación.) Se estima que en todo momento hay en promedio 1 250 Boeings 737 volando en el mundo y dos aterrizan o despegan cada cinco segundos.
Los pilotos de todas las latitudes lo quieren mucho y su peculiar silueta ha motivado que le hayan puesto muchos apodos cariñosos: “FLUF” (Fat Little Ugly Fella, que en inglés significa Compañero Gordo, Pequeño y Feo); “Camastron” (astuto, disimulado); “Baby Boeing”, y hasta “Cerdito” o “Chanchito” en sus versiones de más corto fuselaje.
Para Boeing la Cenicienta se ha convertido en Reina, pues es desde luego el avión que le deja más utilidades, y la compañía asegura que con la extensión de vida operativa de las series “MAX” espera que los 737 sigan operando en el año ¡2068! Lo cual significaría 100 años en servicio para toda la gama.
Si reparamos en que las ventas de este popular avión han ido pasando históricamente de menos a más en cada década de su devenir, sorprendiendo hasta a sus propios diseñadores originales, puede ser que las ambiciosas perspectivas de Boeing se cumplan cabalmente. Por lo pronto, los primeros cincuenta años del 737 han marcado ya definitivamente a la aviación comercial, y lejos de despedirse, tendremos 737 para mucho, mucho rato: Quizá cuando nosotros ya no estemos, el en sus inicios humilde 737, seguirá fabricándose y volando alegremente por los cielos de todo el mundo.
