• El “Nuevo” Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México es una amenaza para el medio ambiente……y para los aviones, por colisión con ornitofauna.
• 120 000 aves residentes y migratorias viviendo por ahí.
• Una visión de investigadores ambientales independientes.
En el documento “Análisis del resolutivo SGPA/DGIRA/DG/09965 del proyecto “Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, S. A. de C. V.” MIA-15EM2014V0044”, el Grupo de Análisis de Manifestaciones de Impacto Ambiental de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad, un cuerpo independiente de investigadores en temas ambientales, representado por el Dr. Fernando Córdova Tapia; desde enero 2015 se advirtió de la impertinencia de construir el NAICM debido a diversos aspectos susceptibles de deteriorar el entorno. En resumen, los puntos más relevantes del documento señalan lo siguiente:
• “La construcción del proyecto viola el Plan Regional de Desarrollo Urbano del Valle Cuautitlán – Texcoco.
• El proyecto se pretende construir en la zona con mayor vulnerabilidad y omite la presentación de Estudios de Riesgo Ambiental asociados a la posibilidad de inundaciones ante eventos hidrometeorológicos.
• No existen elementos técnicos suficientes para asegurar que las obras hidráulicas que supuestamente desviarán los escurrimientos sean suficientes para evitar las inundaciones en la zona del proyecto y en las zonas aledañas.
• El proyecto pretende duplicar y mejorar la calidad ambiental de los humedales, sin embargo, no se presenta ningún tipo de información sobre cómo se crearán y mantendrán estos nuevos cuerpos de agua.
• No existen escenarios hídricos que permitan evaluar la factibilidad del recurso dentro de la red municipal de agua potable en cada una de las etapas del proyecto. El promovente omite por completo la estimación del uso de agua de la “Aeroptrópolis”, una zona urbanizable en donde trabajarán de manera regular 180,000 personas, esto supone un gasto adicional de 23.6 millones de metros cúbicos al año, lo cual sería una enorme presión para el recurso hídrico de la región.
• Los elementos técnicos para evaluar el impacto que sufrirán las aves son completamente deficientes, omiten información deliberadamente, no se cuenta con un programa adecuado para el manejo de la ornitofauna, se minimiza el riesgo por colisión entre las aves y los aviones, y se proponen acciones incorrectas y no justificadas.
• El estudio de riesgo con respecto a los combustibles que se emplearán subestima los riesgos asociados a eventos catastróficos. En todos estos puntos la DGIRA resuelve de manera inadecuada y en muchos casos acepta las propuestas del promovente sin ninguna condicionante. Esto resulta completamente inaceptable debido a la magnitud del proyecto y a los impactos ambientales y sociales que generará a mediano y largo plazo.”
El Resolutivo analizado fue emitido por la Dirección General de Impacto y Riesgos Ambientales (DGIRA) de la SEMARNAT, que sospechosamente da carta blanca al NAICM. La explicación puede estar en lo que publicó el portal electrónico “Horizontal” el 20 de agosto de 2015:
“Para elaborar la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) se recurrió a “Especialistas Ambientales S.A. de C.V”, cuyo fundador es Rodolfo Lacy Tamayo, entonces subsecretario de Planeación y Política Ambiental de la SEMARNAT; y al Colegio de Biólogos de México A. C., que en 2013 renovó su Consejo Directivo”, siendo miembro de este Juan José Guerra Abud, Secretario del Medio Ambiente al inicio del peñato. No sorprenda entonces que la MIA de los promoventes del aeropuerto fuera bien recibida en SEMARNAT.
Desde luego, todas las observaciones de los especialistas independientes han sido ignoradas olímpicamente por las autoridades correspondientes y el proyecto del NAICM sigue avanzando sin importar el enorme riesgo ambiental que supone. Esto sólo es explicable por los intereses creados en torno a la obra, que manifiesta muchos lados opacos que, no sorprenda después, se manifestarán en perjuicios y daños irreversibles. Por la importancia que representa para el turismo, dada la enorme proporción de periplos aéreos que se originan o tienen como destino o paso la Ciudad de México, esta columna continuará con el tema en la próxima entrega.
