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Puede que nunca hayas oído hablar de ellos, pero existen pequeños pueblos de playa llenos de personalidad en todos los rincones de la Florida. Si te gustan las playas que exuden un genuino encanto lee para que descubras cinco de las mejores del Estado del Sol.

Una isla histórica

Imagínate casas de la época victoriana, edificios de ladrillos y robles de donde cuelga un abundante musgo negro, y tendrás una idea bastante acertada de Fernandina Beach. Este agradable pueblito está en Amelia Island escondido en una esquina del noreste de la Florida, un lugar singular porque ahí se izaron ocho banderas diferentes durante su tumultuoso pasado. En la actualidad, es un lugar con largos tramos de tranquilas playas por el Atlántico e históricos puntos de referencia tales como el Palace Saloon, el bar que más tiempo ha operado ininterrumpidamente en la Florida, y el faro Amelia Island Lighthouse, el más antiguo en operación en el estado. No dejes de visitar Fort Clinch State Park, perfecto para tomar el sol, nadar, pescar desde la orilla y montar bicicleta, así como la apropiadamente nombrada tienda Fantastic Fudge [Fantástico dulce de leche] en la calle Centre Street.
 
Lujo relajado

Tan pronto como llegas a WaterColor sabes que has llegado a un lugar especial. La brisa está impregnada de olor a pino y el paisaje te alegra la mirada, y sus edificios llenos de color recuerdan una época pasada. Palmas, veredas de piedritas, parques y jardines adornan el lugar. Enclavado entre el golfo de México y un singular lago formado por dunas en el noroeste de la Florida, este destino y resort de 499 acres cuenta con una acogedora posada estilo boutique y con suntuosas casas de playa y encantadores cabañas. También ofrece cobertizo para botes, tenis, un spa, tiendas, restaurantes, un gimnasio y, por supuesto, una playa de exquisita arena. Toda tu gente va a quedar encantada, pero la piscina solo para adultos es perfecta para pasar un rato entre tus contem­poráneos. No te pierdas la hoguera por la playa los sábados por la noche, con música y s’mores [galletas Graham con chocolate y alteas]. Otra interesante actividad es explorar el lago Western Lakke en kayak o canoa.
 
Una sonrisa de ancho

Madeira Beach la describen como una playa de dos millas de largo y una sonrisa de ancho, y es cierto. Solo a un chapuzón de Clearwater Beach hacia el sur, este pequeño pueblo es el prototipo por excelencia de la Florida de antaño, y unas chancletas es todo lo que necesitas a manera de calzado. John's Pass Village y el Boardwalk entablado, al estilo de un pueblo de pescadores, es el núcleo de la diversión: perfecto para comer algo, explorar las pintorescas tiendas y disfrutar de shows en vivo. El Village también brinda un flujo constante de eventos y actividades, tales como paseos en barco para ver la puesta del sol o los delfines, paravelismo y jet skis. Vas a querer reservar el mayor tiempo posible para ir a la playa, de arena blanca y suave con un agua que tiende a ser cristalina y tranquila.

Piñas y cercas de madera

Jensen Beach, situada en Hutchinson Island en el sureste de la Florida, es un lugar relajado y sin pretensiones, pero es famoso por lo siguiente: fue aclamado como “la capital mundial de las piñas” en 1895, y en la actualidad despacha más de un millón de cajas de esta fruta todos los años durante los meses de junio y julio. Ubicado entre el Atlántico y el Indian River Lagoon, cuenta con una ancha playa de  arena dorada libre de mucho desarrollo o altos edificios. Abundan las casitas pintadas en colores caribeños rodeadas de cercas de madera, galerías de arte, tiendas únicas y eclécticos cafés con terraza. Entre las actividades principales que se pueden disfrutar en este paraíso para los amantes de la naturaleza están el surf, la navegación, la pesca, paseos en kayak y paddleboard de pie. No dejen de explorar el Indian River Lagoon, que está repleto de delfines y manatíes, y de cenar al menos una vez en 11 Maple Street Restaurant, ubicado en una antigua casa y famoso por sus novedosos platos.

Un encanto fantasioso

Justo al oeste de Fort Myers Beach por la costa del golfo en el suroeste de la Florida está Captiva Island, la hermana pequeña de Sanibel. Esta pequeña aldea parece haber sido rociada de magia, y puede muy bien que caigas bajo su encanto. En un paseo por el pueblo, verás una rana gigan­tesca agazapada en el jardín del Jungle Drums Gallery, una también gigantesca silla que te invita a sentarte y el Bubble Room, un restaurante donde es Navidad todo el año. Entre las actividades que son de rigor está buscar estrellas de mar en la orilla repleta de caracoles de la isla y degustar un sándwich de mero en RC Otters, aún más delicioso cuando se disfruta al aire libre sentado bajo una sombrilla. La isla se presta para montar bicicleta, observar las aves, hacer navegación y practicar deportes acuáticos de cualquier tipo.

Patrocinado por socios de VISIT FLORIDA
Por: Lauren Tjaden


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