Entrevista con Rafael Villanueva, Director Senior de Ventas Internacionales de la Oficina de Turismo de Las Vegas
“Todos tienen que ir a Las Vegas, simplemente es algo que tienes que hacer por lo menos una vez en la vida”, así Rafael Villanueva, Director Senior de Ventas Internacionales de La Oficina de Turismo de Las Vegas convocó en entrevista con Turistampa a que los mexicanos conozcan -o vuelvan a visitar- el destino que representa.
La capital mundial del entretenimiento es el segundo destino en Estados Unidos más visitado por mexicanos, pero ocupa el primer lugar en destino al que más regresan: “Las Vegas es un lugar al que los mexicanos quieren ir cada año, porque siempre tenemos cosas nuevas, hoteles nuevos o remodelados, shows, conciertos, aperturas de restaurantes o antros, spas, centros comerciales, etcétera. Los que visitan Las Vegas, siempre quieren más y cuando nos visitan por primera vez quieren regresar porque no terminar de ver todo lo que ofrecemos. Los viajeros provenientes de México son de gran relevancia para nosotros, ya que representa el 32% de ingreso de turismo en Las Vegas”, declaró Rafael Villanueva.
¿Las Vegas tiene un mercado en específico?
-Somos un destino muy popular entre los jóvenes con mayoría de edad. Es Disneylandia de los adultos, no hay horarios para ir de compras, es un lugar para celebrar y olvidar todo, hacer cosas que nunca harán, ser quienes ellos quieran, es un destino cerca y hay vuelos diarios. No es un destino infantil, pero puede ser familiar, la percepción de Las Vegas ha cambiado a lo largo del tiempo, también hay amplia oferta de ecoturismo por las áreas naturales que nos rodean. Si la gente quiere relajarse en los spas lo pueden, si quieren disfrutar de los shows con familia lo pueden, si quieren ir al gran cañón, hacer tours en bicicleta, senderismo, escalar, o montañismo lo pueden, si quieren pasar 24 horas de compras lo pueden, esa es la razón por la cual Las Vegas sigue creciendo, es por lo que la gente sigue viniendo.
No sólo es un destino de ocio y placer, se llevan a cabo más de 22 mil convenciones y eventos de incentivos al año en Las Vegas, tenemos gran espacio así como profesionales y expertos en turismo de negocios. Somos famosos porque es un lugar donde pueden trabajar duro y después divertirse.
¿Cómo es la relación de la Oficina de Turismo de Las Vegas con las agencias de viaje?
-Las agencias de viaje son muy importantes para nosotros, es necesario mantener comunicación con ellos, informarlos acerca de las novedades, pero es más relevante informarles como pueden ganar dinero vendiendo nuestro destino, es decir, pueden vender productos desde aquí. Tenemos el equipo permanente en México que los apoya constantemente, también hacemos viajes de familiarización por lo menos 10 veces al año.
¿Qué le recomiendas a los agentes de viajes para vender éste destino?
-El mexicano disfruta de muchas cosas que ofrecemos en Las Vegas, le gusta ir de compras todo el día, cenar en un buen restaurante, después ir a bailar a un antro hasta el amanecer y por supuesto hospedarse en un buen hotel, le gusta gastar pero también le gusta saber que aprovechó una buena oferta; por ello, se deben vender paquetes de tours y darle al cliente los mejores productos o lo que mejor se adapte a ellos, es mejor vender productos desde antes, desde aquí y desde la agencia. Conocer al cliente preguntarle ¿Qué le gusta hacer? y armar un viaje que garantice su satisfacción. También es necesario conocer las novedades que tenemos, saber las fechas de los festivales, conciertos y shows para venderlos.
El slogan de la campaña turística de Las Vegas para el año en curso es ‘Brilla más que nunca’, Rafael Villanueva explicó que éste no sólo se refiere a las luces de la ciudad, sino del servicio que otorgan: “Tratamos a los viajeros como estrellas y celebridades, ellos son los que van a brillar“. El directivo adjudica el éxito del destino a que la gente visita Las Vegas para escapar, relajarse y entretenerse, “No sólo es la cantidad de oferta que hay en las Vegas sino la calidad y el valor del producto”, aseguró.
Por Ariadna Ramo
