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• Los ataques en París y el turismo
Inevitable es referirse a los salvajes ataques que sufrieron pacíficos ciudadanos franceses que inocentemente se divertían en un típico viernes por la noche en París, que siempre ha tenido una de las vidas nocturnas más animadas del orbe: Un centro de espectáculos y varios restaurantes con las características terrazas parisinas fueron cruelmente blanco de la ira terrorista del autoproclamado “Estado Islámico”. Los desgarradores efectos para el turismo francés en general, y para el parisino en particular, no dejarán de impactar al resto de Europa, y previsiblemente a muchos otros países del mundo.
  Como siempre, los que pagan las consecuencias de las decisiones de los políticos son los ciudadanos inocentes e inermes, que simplemente buscaban disfrutar de unos momentos de ocio reparador. La propaganda no se hizo esperar y rápidamente la gran mayoría de los medios de comunicación, muchos de ellos ligados a los intereses las compañías petroleras y/o del estado de Israel, se apresuraron a hacer un linchamiento mediático de todo lo que fuera “musulmán”, ´´árabe”, “inmigrante” o “sirio” equiparándolo con “terrorista” o “fundamentalista”, curiosamente poniendo más leña al fuego del odio étnico y religioso que supuestamente condenan.
  Para el observador atento tal propaganda resulta insufrible, pues abona en la ignorancia de la mayoría que simplemente ve lo que le muestran. Como ex diplomático y profesor de relaciones internacionales se me preparó para realizar análisis tomando en cuenta todas las variables del fenómeno social a ser estudiado, por lo que trabajando así, el caso de los atentados de París era ciertamente predecible por parte de las autoridades francesas de inteligencia, que fueron advertidas por diversos especialistas, dado que la política exterior francesa en los últimos años ha mostrado una fuerte tendencia a inmiscuirse directamente en los asuntos internos de varias naciones del Medio Oriente y del Norte de África:
 La enorme mayoría de los medios de comunicación han omitido decir que desde septiembre de este año cazabombarderos franceses, en conjunción con estadounidenses, han estado atacando suelo sirio causando cientos de víctimas, tanto inocentes como beligerantes, que se suman a las casi 4 000 víctimas en los catorce meses de bombardeos occidentales en suelo sirio  previos al ataque parisino, en un conflicto que era interno hasta que los gobiernos de Estados Unidos y Europa vieron la oportunidad de controlar una nueva ruta del petróleo iraquí que pasaría precisamente por Siria, para beneficio exclusivo de las “Siete Hermanas” y de otros actores de la industria petrolera transnacional.    
 También se ha omitido destacar que, sin que medie mandato alguno de las Naciones Unidas, Estados Unidos y la mayoría de las potencias europeas, junto con Canadá y Australia,  han estado financiando y aportando armamento a diversas facciones beligerantes en Siria, Irak y otros países de la región desde hace ya más de un año, armamento que ha servido para que mueran miles de inocentes y para que millones de refugiados (más de un tercio de la población de Siria) se hayan tenido que desplazar forzadamente.
  No se trata de defender a los impresentables terroristas del Estado Islámico, pero sí de recordar que los gobiernos de Francia, de Estados Unidos y del resto de las potencias participantes en la irregular y convenenciera “Coalición” que formaron para intervenir en Irak y Siria, son responsables de haber puesto en riesgo a sus respectivas poblaciones civiles, por haberse inmiscuido en un conflicto interno simplemente para beneficiar a unas cuantas compañías petroleras transnacionales.
   Las previsiones para el futuro del turismo son desastrosas: Las reservaciones para Francia fueron inmediatamente canceladas en un 60%, ocasionándose además un tremendo efecto dominó en el resto de Europa, especialmente en Bélgica, que de plano suspendió garantías individuales y entró en un literal estado de sitio, sin permitir siquiera el transporte público.
  Muy peligroso para México es el que Canadá participe en la “Coalición” que interviene en Siria: Recuérdese que Estados Unidos y Canadá son nuestros dos principales mercados turísticos y que la lógica que han mostrado los terroristas desde los eventos de las Torres Gemelas ha sido la de atacar en represalia a los que se meten en un conflicto al que no los llamaron (recuérdense los atentados a autobuses de Londres y a la estación de trenes de Atocha en Madrid como represalia contra el Reino Unido y España, respectivamente, por haber participado en la segunda invasión de Irak).
  Sin pretender ser agorero del desastre, y deseando desde luego que esa pesadilla nunca se materialice, pero como advertencia lógica y terrorífica después del análisis, es necesario pensar en lo siguiente: ¿Sería muy difícil para el Estado Islámico o para otro grupo terrorista, con la corrupción y negligencia que caracteriza a nuestras autoridades, volar un hotel de Cancún lleno de turistas canadienses y estadounidenses?
  Ojalá que nuestras aleladas autoridades lo perciban como una posibilidad y no vayan a pretender intervenir con alocadas declaraciones, actos o incluso con tropas mexicanas, como, en ocasión del atentado contra las Torres Gemelas, pedía a gritos en el Congreso el absurdo secretario de relaciones exteriores de Fox, Jorge Gutman Castañeda, a quien, quizá por su ascendencia, se le olvidó que era canciller de México y no de Israel o Estados Unidos.
  De última hora se sabe que el presidente Francois Hollande ha convocado a 150 jefes de estado a París: Mucho cuidado debe tener el estado mexicano para no caer en la propaganda y no comprar pleitos ajenos. Lo malo es que con los “ilustrados estadistas” que nos cargamos en el gobierno actual, realmente da verdadero terror lo que en su ignorancia puedan decidir.