Columnistas

• El turismo carretero y su importancia.
• Terribles consecuencias si se aplica la doble verificación.
• Es urgente que las cámaras empresariales turísticas y los especialistas presionen a SECTUR, a la SCT y a las distintas autoridades implicadas para que midan las consecuencias de tan aberrante medida. En la anterior entrega advertimos del peligro que se cierne sobre el turismo carretero en razón de la doble verificación, es pertinente retomar el tema pues esta modalidad juega un papel determinante en la dinámica turística interna, la que supone la movilización anual de aproximadamente 54 millones de usuarios connacionales que llegan en auto y autobús a los hoteles nacionales, lo que amerita su valoración por todos los agentes económicos involucrados.

En conjunto tiene una aportación cercana al 8  por ciento al PIB del país, con la generación de casi dos millones de empleos, los que en promedio tienen una remuneración de 30 por ciento arriba del promedio de otros empleos de la economía mexicana.

De acuerdo con un estudio de  CESTUR, existen en México 356,945 kilómetros de carreteras, el tránsito en caminos y puentes federales es de 452 millones de vehículos, de los cuales 75% son automóviles, 6 % autobuses de pasajeros y 19% camiones de carga, los autobuses movilizan 3,049 millones de pasajeros y en los últimos 6 años la tasa promedio anual de crecimiento de los pasajeros transportados ha sido de 2.5%, la flota de autobuses de pasaje y turismo es de 76, 330 unidades, las carreteras del país movilizan el 90% de los turistas nacionales.

Cabe mencionar que el 20% del turismo de internación se realiza en automóvil o autobús (2,454.278) y que su gasto representa 9% del consumo total del turismo de internación de los cuales el 95% son turistas estadounidenses, los cuales visitan alguno de los destinos turísticos en México.

Además es importante resaltar que el turismo carretero va diseminando la derrama monetaria a todo lo largo de la ruta que emplea, lo cual dinamiza la economía de innumerables poblaciones.

Derivado de todas las anteriores consideraciones, resulta de lo más absurdo y aberrante que el gobierno federal pretenda obligar a todos los automóviles a ser sometidos a una verificación federal para que puedan circular por las mismas. Esto desde luego que complicará los viajes a millones de turistas y excursionistas que seguramente no podrán cumplir con el requisito, que desde luego costará, sumandose a la ya de por sí onerosa serie de impuestos, derechos, cuotas, emplacamientos, y reemplacamientos, cambio de tarjetas de circulación, revistas y verificaciones locales, refrendos, gasolinazos y demás gastos que el automovilista debe hacer en favor del gobierno para poder circular.

Así las cosas, el automovilista mexicano tiene que pagar además, los peajes más caros del mundo por kilómetro para acceder a supuestas autopistas cuyo estado de mantenimiento y conservación las sitúan entre las peores del planeta, pero que se privatizaron como siempre para beneficio de los favoritos del régimen. Si a esto se suma el clima de inseguridad y los retenes, realmente parece que el gobierno federal está empeñado en acabar con el turismo carretero.

Es importante que los especialistas y las cámaras empresariales turísticas presionen a las autoridades incluyendo a SECTUR y a la SCT para que la Secretaría de Gobernación entienda que la doble verificación será un golpe rudísimo en contra del turismo carretero. Por nuestra parte estamos enviando sendas misivas dirigidas a los responsables, sería conveniente que todos los implicados en la actividad turística nos sumemos a este esfuerzo.