Advertisement
• “Jaliscazo”, mala imagen y casinos.
• Que ni SECTUR, ni SEGOB ni EPN se llamen a sorprendidos.
Apenas hace unas semanas comentábamos en este espacio la actitud de triunfalismo que SECTUR mostraba en ocasión del Tianguis Turístico de Acapulco, y por desgracia la realidad le da la razón a nuestros “malos agüeros”. Algunos estimados colegas incluso nos mencionaron que si teníamos “pacto con el diablo” por estar de pesimistas “echando la sal” a la actividad. Un sino que ha distinguido a la actividad de análisis que desde hace muchas décadas hemos realizado, es que el tratar de llegar a la verdad del acontecer turístico no nos hace muy populares que digamos entre muchos personeros de un medio en el que las relaciones públicas y el parecer siempre “simpático” es norma casi obligatoria.
Sin embargo, creemos que nuestra obligación es señalar lo que consideramos relevante, aunque no necesariamente sea grato para los involucrados. Así las cosas, es inevitable hablar del “Jaliscazo” de la semana pasada, con el que se puso en evidencia la fragilidad del discurso oficial de que “vamos muy bien” en el tema turístico en particular, y en la gestión gubernamental en general.
La realidad inevitable, y desde luego no deseada por nosotros, es que México atraviesa una época de las más amargas de su historia, en la que los problemas económicos, políticos y sociales desbordan por mucho la capacidad de una élite dominante inepta, que es a nuestro juicio la principal causante de la interminable cauda de problemas que aqueja al país y que desde luego se refleja en la actividad turística, por definición tremendamente frágil  a los disturbios sociales.
Aunque desde luego todos estamos en “shock” por lo ocurrido en Jalisco y estados circunvecinos, área en donde se localiza nada menos que la segunda ciudad más importante de México, además de  Puerto Vallarta, acceso obligado de la Riviera Nayarita, que en conjunto constituyen uno de los más importantes atractivos turísticos del país, no podemos dejar de subrayar que los elementos del caos están a la vista de quien quiera poner un poquito de sentido común:
Derivado de la acción de los últimos gobiernos a partir del Salinato, México vive en una de las situaciones de desigualdad más escandalosas del planeta, en donde cerca del 60% de la población vive en la miseria derivado de políticas económicas que sólo favorecen a unos cuantos monopolistas abusivos y a empresas extranjeras que por el entreguismo de malos políticos pueden hacer en México lo que ni siquiera les permiten en sus países de origen: En nuestro país se pagan sueldos de hambre inferiores ya a los devengados por los chinos, se vive oprimido por la omnipresente corrupción, en la que los gobernantes demostradamente deshonestos con “casitas blancas” de millones de dólares, en lugar de ser enjuiciados se dan el lujo de acallar a periodistas como Carmen Aristegui, por la osadía de haber destapado la cloaca del primer mandatario. En cualquier otro país del mundo como lo muestran Argentina, Chile o Brasil, los escándalos de corrupción implican juicios serios y sanciones ejemplares, pero aquí en México a la que se castiga es a la periodista que se atrevió a denunciar las corruptelas. Todo lo anterior es caldo de cultivo propicio para el crimen organizado, que ofrece a mucha gente dinero fácil que nunca se ganaría con el sueldo mínimo vigente.
Así que ni Osorio Chong, ni el gobernador de Jalisco, ni el mismo Peña Nieto se llamen a sorprendidos porque el crimen organizado tire helicópteros de la Fuerza Aérea o que Jalisco y anexos entren en caos: Ellos son corresponsables del desastre y de la pésima imagen de México en el exterior: Pudimos ser testigos, por estar precisamente en Puerto Vallarta el fatídico primero de mayo pasado, que mientras la delincuencia organizada retaba al estado, en las principales avenidas de Puerto Vallarta proliferan anuncios de casinos que ofrecen juegos de ruleta y “black Jack”, que misteriosamente la Secretaría de Gobernación “no detecta” a pesar de ser juegos prohibidos por la legislación vigente, y que desde luego constituyen la mejor oportunidad para que el crimen lave recursos ilícitos, con los cuales retroalimenta y engrandece  sus actividades, y que sirven para comprar, entre otras cosas, los sofisticados cohetes RPG con los que se derriban artilladas aeronaves Cougar.


Turistampa
Todos los derechos reservados ® 2023 [email protected]