Aviación

• David Korenfeld debió pagar 24 mil pesos
en lugar de 10,800.00
• En sexenios pasados era práctica común y
de manera cínica
Por Víctor Manuel Bermúdez La utilización de aeronaves oficiales para viajes particulares de los funcionarios del gobierno sin importar a que partido pertenezcan ha sido una práctica común tanto en el priato como en las administraciones de la alternancia democrática.
En el actual sexenio priista el caso del director de Conagua, David Korenfeld Federman, quien fue captado por un vecino cuando abordaba junto con miembros de su familia un helicóptero Agusta AW109 de la dependencia en el helipuerto del complejo residencial Bosque Real para trasladarse al aeropuerto capitalino.
Tras el escándalo suscitado primeramente en las redes y retomado por los medios de comunicación nacionales e internacionales que obligaron a la renuncia de Korenfeld, no obstante que se había disculpado y manifestado haber efectuado un pago, por ocho minutos de vuelo que fue lo que duró el trayecto al AICM, mediante deposito de 10,800 pesos a la Tesorería de la Federación.
En una investigación de TURISTAMPA  en algunas empresas de renta de helicópteros se determinó que el precio regular por un viaje como el realizado por el ex director de Conagua junto con sus familiares el tiempo mínimo de renta es de media hora cuyo costo es de 1,600 dólares unos 24 mil pesos a la cotización del día.
No se sabe si tan solo con la renuncia al cargo es suficiente el castigo o con el reparo del daño en este caso el pago correcto sea una medida satisfactoria, quizás la inhabilitación para ocupar puestos en la administración pública o tal ves actos más severos como llevarlos a juicio.
En Torreón, Coahuila, según informaron medios locales, el director regional de Conagua, Armando García Triana, utilizó un helicóptero de ese organismo para asistir al evento conmemorativo del 102 aniversario del Plan de Guadalupe en el municipio de Ramos Arizpe, le acompañaron el alcalde Miguel Ángel Riquelme y una diputada local.
Cabe recordar que durante la administración zedillista, el entonces Director de Comunicación Social de la Presidencia, Carlos Salomón, durante unas vacaciones de la Semana Santa viajó con ocho miembros de su familia a Miami, a bordo de un jet rentado Falcón 900 matrícula XA-GAE, mismo que salió del Hangar Presidencial, el costo en ese entonces era de ¡7 mil dólares la hora! y se cobraban dos de ida y dos de regreso más una para cargar combustible es decir cinco horas en total, al parecer el pago fue con cargo a la oficina de los Pinos.
El 5 de abril pasado, para asistir al arranque de campaña de Silvano Aureoles en Zitácuaro, Michoacán, la cúpula del PRD viajó en ¡cinco helicópteros! Encabezados por su presidente Carlos Navarrete y el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega, mismos que utilizaron un aerotaxi Eurocopter matrícula XA-VRG cuyo costo fue de 63 mil pesos.
El encargado de la Secretaría Electoral del CEN perredista, José Guadarrama Márquez, arribó en un autogiro XA-SJC. El diputado federal Antonio García Conejo, que también es medio hermano del candidato Aureoles, llegó al evento a bordo de un aerotaxi XA-VUK, el costo por un viaje de este tipo oscila entre los 54 a 63 mil pesos.
El gobernador de Morelos, Graco Ramírez, arribó en un helicóptero Bell 407  XA-KMA de la empresa Blue Fly Servicios Aéreo Ejecutivos, mostró un cheque personal girado a esa empresa por 54 mil pesos por concepto de la renta de la aeronave.
Con excusas que van desde “fue un error” “usted disculpe” “no hay nada de malo” cuando las circunstancias así lo ameritan, “así de sencillo” por la premura y la dificultad para llegar a tiempo.
Como podemos observar las disculpas brotan como cascada, pero gracias a que la ciudadanía esta más alerta y al parecer no más dispuesta a seguir permitiendo esos abusos de los políticos, mismos que con nuestros impuestos se dan una vida de virreyes en tanto la mayor parte de la población vive en la miseria.
La ostentación de la que hacen gala esos gobernantes que prácticamente son un insulto para el pueblo, amén de que parecen considerarlos como auténticos retrazados mentales, con pretextos que rayan en la ingenuidad y en el cinismo.
Pero basta, es vox populi de seguir soportando esas actitudes prepotentes de los políticos que en esta época de elecciones se muestran con piel de oveja pero que en realidad son lo contrario, si nuestro país quiere llegar a consolidar una auténtica democracia deberá de mantenerse firme en ese camino de no consentir esa apariencia engañosa y poner fin a los excesos.