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• La“temporada alta” hecha chaparrita por la violencia.
• Los estragos causados al turismo por el gobierno de Calderón.
• Mexicana de Aviación también destruida por el “presidente del empleo”ç



Todos los que nos dedicamos a la actividad turística sabemos que el mes de enero es tradicionalmente considerado como de “temporada alta”, en razón de que nuestros principales mercados son el estadounidense y el canadiense, que en el primer mes del año sufren temperaturas gélidas que propician el que los habitantes del septentrión americano busquen trasladarse hacia regiones tropicales como las de nuestras playas, o por lo menos hacia lugares en donde no tengan que estar sufriendo la nieve y el hielo.
Así pues, enero es siempre muy esperado por el medio turístico mexicano: Las esperanzas de muchos empresarios y trabajadores están puestos en la bonanza que debería traer el primer mes del año. Durante más de 70 años, el advenimiento de enero había significado buenas noticias para la llamada “industria sin chimeneas”. Sin embargo, a partir del inicio del presente sexenio de la muerte, la cosa ha cambiado radicalmente: Una ojeada a las cifras de captación de los eneros del sexenio es muy ilustrativa del daño que los desatinos calderonistas y su supuesta y perniciosa “guerra contra el narco” han traído a la actividad turística mexicana.
En enero de 2006, año en que Calderón toma posesión de la presidencia de la República, (materialmente a codazos, después de 6 meses de inquietante zozobra política originada en la campaña sucia de miedo que orquestó para hacerse del poder), se registraron 8 millones 609 mil viajeros internacionales. Un año después, y ya habiendo anunciado su supuesta “guerra contra el narco”, la cifra de viajeros en enero de 2007 descendió a 8 millones 147 mil. Para enero de 2008 la cifra volvió a reducirse ubicándose en 7 millones 829 mil.
En el primer mes del año 2009 la cifra de visitantes se redujo aún más, ubicándose en 7 millones 588 mil, mientras que en 2010 apenas se logró atraer a 7 millones 149 mil viajeros. Las últimas cifras, correspondientes a enero de 2011 dan cuenta de que el número de visitantes sigue reduciéndose rompiendo el piso de los 7 millones, para situarse en los 6 millones 428 mil personas, lo que equivale a una contracción del 11% respecto a enero de 2010: la peor caída de los últimos seis años.
Si lo vemos por el lado de los ingresos, el retroceso en enero de 2011 fue de 7.10% respecto a enero de 2010, pues las divisas captadas pasaron de 1 160 millones de dólares a apenas 1 078. A esto hay que sumar que de acuerdo a las cifras del Banco de México, en enero de 2007 se habían captado 1 235 millones de dólares, en 2008 la cifra bajó a 1 289 millones de dólares, mientras que en 2009 la captación solo llegó a 1 192 millones de billetes verdes.
Haciendo el análisis por segmento podremos apreciar que la captación por turismo de internación se contrajo 6.4% en enero de 2011 respecto al mismo mes del año anterior, pues pasó de 930 millones 700 mil dólares a apenas 871 millones 200 mil papeles verdes.
Donde la situación es realmente aguda es en el segmento de turismo fronterizo, que reportó una brutal caída en la captación de divisas de ¡13.9%! pues pasó de 174 millones 600 mil dólares en enero de 2010 a sólo un poco más 150 millones de dólares en el mismo periodo de este año.
Así las cosas, los empresarios hoteleros de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, y Chihuahua están ya muchos al borde de la quiebra pues las ocupaciones rondan el 28, 44, 42, y 37% respectivamente. Un caso trágico es Monterrey, donde los niveles de ocupación han llegado apenas al 25%, a pesar de que las tarifas se han reducido en aproximadamente 50% frente a las que se registraban en enero del año anterior.
Ante la cruda realidad de estos datos, cabe concluir que el calderonato ha hecho de la otrora “temporada alta”, una muy chaparrita.  
Por si todo esto fuera poco, y pasando a otro tema que también lastima a la actividad turística, el autoproclamado “presidente del empleo” ya puede anotarse el “logro” de haber destrozado a Mexicana de Aviación, con la consecuente pérdida de miles de empleos directos e indirectos, pues los tan cacareados inversionistas, que según el secretario del trabajo iban a tomar el control de la aerolínea, resultaron puro cuento y pusieron en evidencia a Javier Lozano como un chamaqueable novato, que por lo visto nunca investigó la solvencia financiera de los supuestos inversores. En cualquier otro país eso hubiera significado el inmediato cese del funcionario, pero en el México de Calderón los “méritos” de Lozano, (cada vez más desempleo, incluido el generado por el despido de más de 40 000 personas de la extinta Compañía de Luz y Fuerza) incluso le dan esperanza de competir por la candidatura del Partido Acción Nacional a la presidencia de la República, a pesar de que, según se ha revelado, en apenas sus tres primeros años de gobierno el calderonismo ha incorporado a la pobreza a más de 10 millones de mexicanos.
Ni hablar: Así se inicia el tan pomposamente declarado Año del Turismo en México.


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