Columnistas

• Los diputados pro casineros quieren máquinas de juego en los vestíbulos de los hoteles.
• Quieren también legalizar el “tallamiento” de naipes.

Recientemente,  Fernando Zárate Salgado,  presidente de la comisión que se formó en la Cámara de Diputados, supuestamente para investigar las irregularidades en la instalación de casinos, anunció con todo desparpajo que se está elaborando una nueva ley de juegos y sorteos que contempla la instalación de máquinas de juego en los vestíbulos de los hoteles. Tal anuncio y la frivolidad con que se hizo, pone de manifiesto la irresponsabilidad con la que la comisión aludida está tratando el delicado tema de las máquinas de juego, a pesar de que a su debido tiempo, la Organización Social Di No a los Casinos hizo llegar a cada uno de los diputados información técnica que demuestra fehacientemente el tremendo perjuicio que se causa a la sociedad con la operación de máquinas de juego. Lo preocupante es que si la iniciativa avanza, cada uno de los miles de hoteles que funcionan en México en la práctica se convertiría en un casino, acercando la adicción al juego a toda la sociedad, lo que convertiría a nuestro país en un inmenso casino del tamaño de la extensión territorial del país.
Esto desde luego no beneficiaría al turismo, pues el que los visitantes tengan la tentación de quedarse en el vestíbulo del hotel a jugar, desincentivaría la visita a atractivos naturales o culturales perjudicando a los negocios anexos a estos, con lo cual la derrama económica para el conjunto del sistema turístico se concentraría en perjuicio de los establecimientos convencionales.    
Es obvio que estos diputados pro-casineros solo están al servicio de los mercaderes de la adicción, desdeñando los intereses de la sociedad, pues aparte, la prensa ha destacado que la Cámara de Diputados, en acompañamiento de la Secretaría de Gobernación pretende legalizar juegos muy peligrosos como el juego de naipes en la forma de “tallamiento de cartas” con “croupier”, lo que en la práctica permitiría a los casinos arrebatar rápidamente el dinero del jugador cliente, pues es sabido que  juegos de naipes tipo “blackjack” o pokar son ideales para “desplumar” rápidamente al jugador-cliente.
Si esta iniciativa se aprueba, el perjuicio para la sociedad será enorme, pues los desfalcos aumentarán exponencialmente, lo que pone de manifiesto una vez más, que los redactores de tal iniciativa están actuando en beneficio de los casineros, sin importarles los nocivos efectos sociales. Esto es por demás evidente en el hecho de que no se contempla la identificación fiscal del jugador-cliente, lo que facilita las actividades de lavado de dinero nutrientes de la delincuencia organizada y el narcotráfico.     
Es de enfatizar que la creación de un Comité Consultivo de Juegos y Sorteos propuesta en la iniciativa en comento, en la práctica solo servirá para diluir la responsabilidad de los funcionarios públicos, permitiendo que actúen en beneficio de los casineros sin que los funcionarios públicos puedan ser sancionados, dado que podrían escudarse en decisiones colegiadas.
La  Organización Social Di No a los Casinos siempre ha insistido en que la operación de salas de apuesta en nuestro país perjudica a la población y sólo sirve para que unos cuantos casineros, favoritos del régimen en turno, hagan pingües ganancias desfalcando a los jugadores-clientes. Lo que más conviene a México es CERRAR LOS CASINOS Y LAS SALAS DE APUESTA, que aparte de enfermar y corromper a la sociedad se constituyen en espléndidas oportunidades para el lavado de dinero, alimentando así al crimen organizado y a la violencia que aqueja a casi todo el país.
Desde hace más de un año se hizo entrega tanto a SEGOB como a la Comisión que investiga las irregularidades de casinos de la Cámara de Diputados un estudio completo sobre los perjuicios que causan los casinos y una propuesta realmente racional para regular adecuadamente el juego y minimizar el daño social. Es hora que los diputados y funcionarios de SEGOB tomen en cuenta lo expresado por nuestra organización, de otra manera, sólo terminarán de comparsas de los mercaderes de la adicción casinera y arroparán la corrupción, la enfermedad y el lavado de dinero.