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Doña Elena Razo de Trauwitz

Una de las satisfacciones más grandes de pertenecer a la industria turística ha sido la oportunidad de desarrollar amistades para toda la vida.
Sin duda una de las más preciadas amistades es la que nos une con la familia Trauwitz en especial con Angel Trauwitz Razo. Hace unos días, a los 92 años de edad y después de toda una vida llena de desafíos y satisfacciones, falleció Doña Elena Razo de Trauwitz, la líder de la dinastía Trauwitz y la mamá de Angel.
Con la partida de Doña Elena no solamente se va un ser querido invaluable para la familia Trauwitz, sino también se va uno de los pocos pilares que quedaban de la gente que ayudó a formar y darle vida a la industria turística mexicana.


Aunque nadie puede hablar mejor de ella que sus parientes, por la amistad que nos une con la familia Trauwitz y el respeto personal y profesional que le teníamos a Doña Elena, nos vamos a atrever a hablar un poco de ella, a menera de homenaje y también a manera de enseñanza para las nuevas generaciones.
Doña Elena Razo de Trauwitz fue una mujer que a base de esfuerzo, visión y mucho trabajo logró edificar un grupo de negocios que siguen siendo fundamentales dentro de la industria turística mexicana.
No solamente eso, sino Doña Elena tuvo la sabiduría de edificar sus negocios en las cuatro principales ramas del turismo: hotelería, transportación, operación de viajes y restauración.
En nuestro país nunca faltan las personas que viendo las cosas de afuera, piensan que la gente que tiene negocios exitosos la “ha tenido fácil.” Aquellos que tuvimos el privilegio de conocer aunque sea un poco más a fondo a Doña Elena, y que conocemos algo sobre su trayectoria, sabemos que la carrera profesional de Doña Elena requirió de mucho carácter, mucho empeño y mucha voluntad para vencer a la adversidad.
Doña Elena fue una de las primeras mujeres empresarias de México, y como tal, tuvo que forjar su trayectoria profesional en una época en que las mujeres empresarias eran algo raro y algo “inaceptable” para la sociedad misógina mexicana que desgraciadamente no ha terminado de cambiar.
Si las mujeres empresarias actuales siguen enfrentando el absurdo obstáculo de ser mujeres, ¿se imaginan lo que ha de haber sido en los años cuarenta, cuando Doña Elena era una mujer jóven lidiando con toda clase de adversidades tanto personales como profesionales?
Nuestro más profundo cariño a Angel y Elena, los hijos sobrevivientes de Doña Elena (Roberto y José se adelantaron) y también nuestro cariño a los nietos de Doña Elena, la mayoría de los cuales han forjado  carreras exitosas en gran parte enseñados e inspirados por el ejemplo de Doña Elena Razo de Trauwitz.


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