Puerto Vallarta es mucho más que el pueblo que fue hace unos años. Ahora es como media docena de destinos en uno solo. Lo primero que tienes que decidir es en qué Puerto Vallarta quieres quedarte. ¿Por arriba del pueblo? ¿Por debajo del pueblo? ¿En La Marina? O tal vez en una de las posadas acogedoras del centro (pero que no tienen playa). No tiene sentido mencionar Punta Mita o la Riviera Nayarit. Ambos lugares son atendidos por el aeropuerto de Puerto Vallarta, pero demasiado lejos para manejar hasta el pueblo más de una vez para tomar una copa o a cenar o ir de compras.
Posiblemente la sorpresa más grande en Puerto Vallarta es la resurrección de Playa de los Muertos, que los promotores locales casi convertían a un barrio de tugurios cuando pretendieron cambiar su nombre a Playa del Sol. Las calles que llegan a Los Muertos, especialmente Basilio Badillo y Olas Altas, ahora albergan algunos de los mejores lugares para cenar en Puerto Vallarta. Aparte están los antros de jazz, bares con piano y centros de salsa. La Oficina de Turismo le ha dado a ese rumbo el nombre de La Zona Romántica, y puede serlo, pero todo depende con quien estés. Cerca, puedes encontrar arte fino o folclórico sobre las calles de piedra junto al Rio Cuale o en la isla misma. Si llegas a la hora de comer, hay bastantes lugares para escoger y algunos son muy buenos.
Y si puedes nadar por Los Muertos, resulta atractivo si estas alojado en uno de los hoteles sin playa allí en el centro. Hay otra posibilidad: las playas aisladas sobre la orilla sur de la bahía que pueden ser visitadas solamente por los que llegan en lancha o por bote para turistas. Entre ellas está Yelapa, una caleta con varios restaurantes y actividades como volar en paracaídas. En Playa de las Ánimas o Quimixto, puedes rentar un caballo o caminar sobre los senderos hasta las colinas. Las damas deberán dejar los tacones en el hotel.
Dentro del pueblo, varios establos ofrecen paseos a caballo que van desde un paseo por la playa, adecuada para los niños, o al trote y sobre un sendero en la selva. Puedes optar por un paseo a las montañas por todo un día. O al galope, pasando las brómelas y orquídeas que se encuentran al lado de los caminos en el bosque. Para tu conciencia ecológica, montar a caballo tiene un impacto mucho menor en la tierra que los Jeeps y camionetas. Hay un par de lugares con tirolesas que los pueden llevar zumbando a través de las copas de los arboles de la selva. Vas a entrar a áreas de vida silvestre tan elevada que pocas personas las han visto. Pero con la tirolesa, pasas tan rápido que no vas a ver mucho, de todas formas
En el mar, algunos de los mejores puntos de buceo alrededor de Puerto Vallarta se encuentran cerca de las Islas Marietas, viaje de una hora en lancha desde el muelle. Mantrrayas gigantes, delfines y petos se congregan alrededor de estas islas, que son una reserva marina protegida, y las orcas y ballenas jorobadas pueden ser vistas aquí desde noviembre hasta marzo. Para los buzos, es más fácil llegar a Los Arcos del Parque Nacional Marino, cuyos arrecifes, arcos de roca, cuevas y túneles se encuentran cerca de la costa de Mismaloya, unos quince kilómetros al sur de Puerto Vallarta.
