A que le Tiras Cuando Sueñas, Mexicana
Cuando Gastón Azcárraga Andrade adquirió hace varios años a Mexicana de Aviación, el editorial que publicamos en ese entonces mencionó que el empresario se había sacado “la rifa del tigre.”Desde aquellos tiempos. Mexicana ya estaba pasando por problemas financieros graves que anticipaban tres cosas: que el nuevo dueño la iba a desmantelar y que no la estaba adquiriendo como un negocio viable, o que ya tenía algún pacto con el gobierno para que este ayudara a la aerolínea en caso de alguna crisis financiera grave, o que a base de mucho esfuerzo, inversión y sabiduría, el grupo directivo del empresario iba a poder domar al tigre que se había sacado en la rifa.
Al final lo que ocurrió fue algo que en aquél entonces no pensamos que pudiera pasar: que finalmente Mexicana dejara de existir, que se convirtiera en un recuerdo de la otrora orgullosa aviación mexicana.
Pero la manera en que sucedió la agonía y muerte de Mexicana es triste. El que dos gobiernos panistas la hubieran sostenido por años en un estado de coma, más que de coma, vegetativo, fue vergonzoso.
Vergonzoso porque al paso de los años fue imposible que los empleados de Mexicana pudieran obtener por lo menos un poquito de lo que les pertenecía legalmente.
Vergonzoso porque las tretas, trucos y tranzas que se dieron mientras el enfermo estaba desahuciado fue provocado, promovido y aprobado a nivel gubernamental, de otra forma hubiera sido imposible que se presentara el teatro que se presentó.
Vergonzoso porque Mexicana llegó a ser no solamente una de las aerolíneas pioneras de la aviación, sino un ejemplo de cómo llevar adelante a una transportadora aérea.
Ahora, como muchas otras cosas de México que en el pasado causaron orgullo y hoy causan pena, Mexicana de Aviación ya no es.
Qué triste que el sueño que por tantos años fue realidad de unos pioneros de la aviación, ahora sea la pesadilla de los empleados, acreedores y otros grupos relacionados con la aerolínea.
