De la Pan Am de Antes y el Jesús Noguez de Siempre
Fue muy triste enterarme, estando de viaje, del fallecimiento de nuestro querido Jesús Noguez.Me atrevo a decir “nuestro querido” porque pocas veces he escuchado tantos comentarios del corazón ante el fallecimiento de un personaje de nuestra industria. Han sido muchas las personas con las que he hablado y con las que he compartido una tristeza genuina sobre la partida del amigo cariñosa y respetuosamente conocido como “Chucho.”
Me sorprendió realmente saber que Jesús tenía nada más 60 años. Y eso no porque aparentara más años, no, Jesús se veía joven y dinámico y tenía una sonrisa y una actitud que le restaba años.
La razón por la que me sorprendió que solamente tuviera sesenta años es porque Jesús Noguez era uno de esos personajes de la industria turística que pareciera que siempre estuvieron allí, desde hace muchos años. Era como si Jesús llevara siglos en el turismo. Como si cuando empezó la industria de los viajes, él ya estaba allí.
Creo que una de las razones por las que Jesús Noguez parecía que siempre estuvo presente es porque él inició su carrera en una época no muy lejana en tiempo, pero sí muy lejana en formación y desempeño.
Jesús inició su carrera muy joven y la mayoría de los que ya llevamos algunos años en el turismo lo recordamos en el equipo extraordinario que llegó a tener Pan Am.
Para aquellos que no tuvieron la fortuna de viajar en Pan Am, quiero decirles que esa aerolínea era como todas las aerolíneas deberían de ser. Muchos de mis vuelos memorables fueron en Pan Am, y cuando por tantas razones, algunas absurdas y otras inevitables, esta histórica línea aérea dejó de existir, sé que muchos turisteros la extrañamos en serio y desearíamos que la experiencia de volar todavía tuviera aunque sea un toque de Pan Am.
Chucho Noguez tuvo esa formación de aerolínea legendaria. El provenía de un tiempo en que la presencia personal era más importante que las herramientas de comunicación y el tener iniciativa para tomar decisiones era más importante que sumergirse en el mundo a veces sin salida de los manuales empresariales.
Jesús siempre fue un caballero y siempre tuvo una sonrisa en los labios. Además, a pesar de que su vida no fue fácil y no fue ajena a la tragedia, su actitud siempre era benigna, amable, agradable, pacífica.
El era una de esas personas con las que uno se siente a gusto, tranquilo, y cuando nos detenemos a pensar en ello, esa es una cualidad muy importante y valiosa y cada vez más difícil de encontrar en alguien.
