Lahistoria del hotel Kazbek es tan rica y tan compleja como lo es la historia de la ciudad medieval donde está localizado, Dubrovnik; sin duda alguna el destino turístico que está de moda en Europa.
Originalmente fue construido en 1573 por una familia noble de la región como una villa de verano diseñada para momentos de ocio y relajación; sin embargo la historia tuvo otros planes y la propiedad pasó por varios años de acontecimientos violentos. Primeramente fue quemado por bandidos hacia el año de 1806 dejando únicamente la fachada de pie, posteriormente durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizado como un centro de detención para prisioneros de guerra y al final de la misma la propiedad fue confiscada por el gobierno y utilizada primeramente como escuela y después como un almacén general del ayuntamiento.
Estos años turbulentos fueron deteriorando el espectacular palacete y sus partes decorativas más representativas fueron tanto robadas como destruidas.
Cuando Croacia se convirtió en un estado independiente, la propiedad fue devuelta a la familia de quien fuera su dueño original, esta no pudo conservar la propiedad y después de pasar por diferentes propietarios finalmente llegó a manos de un grupo Sueco quienes con mucho cariño y dedicación, además de una millonaria inversión lo han restaurado y devuelto el brillo que tuvo en sus principios.
Las doce habitaciones y la suite fueron decoradas y amuebladas individualmente con mobiliario hecho a mano y de la más alta calidad. Todas las habitaciones están equipadas con un sistema inteligente y cuentan con A/C, TV satelital y de pago, minibar, teléfono e Internet inalámbrico. El Kazbek ofrece la oportunidad de rentar ya sea una habitación, un piso o simplemente la propiedad entera.
Los servicios del hotel fueron diseñados pensando en la comodidad del huésped, entre ellos encontramos alberca, jacuzzi, sauna, tres restaurantes, dos bares y un salón para conferencias completamente equipado.
Para los amantes del Mediterráneo, Kazbek cuenta en su propio muelle con dos embarcaciones, un velero de 53 pies para 12 personas así como una lancha rápida. Ambas embarcaciones están a disposición del huésped ya sea para navegar alrededor de las fascinantes islas o para ser trasladados al casco antigua de la hermosa ciudad que se encuentra a tan solo a 3 kilómetros de distancia de la bahía de Gruz en donde se encuentra localizado este palacete.
Hospedarse en el Kazbek no es solo un lujo sino también una experiencia.
