Para nadie es un secreto que en el sexenio pasado la imagen de México sufrió una de las peores caídas de su historia. Hablando periódicamente con mis amigos periodistas de Europa, Asia, Sudamérica, Estados Unidos, Canadá y otras partes del mundo, era triste constatar que unas ochos de cada diez noticias de México eran negativas.
La administración de Calderón y la Sectur de Guevara tuvieron como modus operandi el negar la información, o darle poca importancia, o de plano contradecirla con declaraciones demagógicas y falsas.
Cuando el gobierno de Peña Nieto y la administración en Sectur de Claudia Ruíz Massieu se iniciaron, era muy importante revertir esa tendencia y por eso nos dio mucho gusto cuando en Comunicación Social de Sectur, que en la administración anterior había estado ocupada por un inventor de datos y cifras, se escogió a Servando González Muñoz, reconocido y respetado comunicólogo que conoce de la actividad turística como pocos.
Lo que ha sucedido en Sectur en este sexenio es que la información que se está produciendo es mucho más objetiva y refleja la realidad de la actividad turística de México. No se están inventando cifras absurdas, no se están dando excusas infantiles, no se está tratando de tapar el sol con un dedo, lo que se está haciendo es enfrentar las situaciones y, como se dice comúnmente, se está tomando el toro por los cuernos.
Prueba de eso es que hace unos días, después de los desafortunados y vergonzosos crímenes de violación cometidos en Acapulco, la Secretaria de Turismo decidió reunirse con un grupo de periodistas internacionales que representan a los principales medios y agencias informativas. En esa reunión las cosas se trataron abiertamente y se permitió que los representantes de los medios preguntaran abiertamente sobre la situación de seguridad en México y las garantías que se pueden ofrecer a los turistas.
Los primeros resultados de ese encuentro con la prensa internacional ya se están viendo. En España, por ejemplo, la agencia EFE difundió una nota muy objetiva, pero no sensacionalista, sino destacando las acciones positivas que el gobierno mexicano está tomando para proteger a los turistas y erradicar la violencia de los centros turísticos de México.
A los periodistas no les gusta que se les de atole con el dedo, y ese fue uno de los graves problemas con la prensa del gobierno anterior. Si este gobierno continúa hablando abierta y claramente de las situaciones, buenas o malas, que enfrente el país, el resultado va a ser de periodistas satisfechos que publiquen de manera objetiva y sin sensacionalismo la realidad mexicana.
