Advertisement
• Otro Acapulcazo.
• El asunto Florence Cassez.
• La lastimada imagen de México.

Precisamente cuando todo parecía indicar que la situación de seguridad en Acapulco se estaba normalizando, vino como tromba la noticia del lamentable incidente sufrido por un grupo de turistas, entre los cuales había varias españolas.

Desde luego esto causó consternación en la Península Ibérica y en Europa en general, procediendo de inmediato el gobierno español a recomendar a los súbditos de la corona a no viajar a esa zona de nuestro país.

Es preocupante darse cuenta que el modus operandi de los malhechores, que iban encapuchados, indica que debe tratarse de población local, y presuntamente de policías o de gente vinculada a los cuerpos policiacos, sin embargo las autoridades se apresuraron a señalar a un grupo de jóvenes que supuestamente confesaron haber sido los culpables.

Inmediatamente, la opinión pública reaccionó con escepticismo: ¿Aparte de la confesión, existen pruebas o se trata simplemente de la clásica presentación de chivos expiatorios? ¿Porqué cuando las víctimas son extranjeras las autoridades se apresuran a dar resultados, pero cuando aquellas son mexicanas ni siquiera se investiga?

Tras el escándalo, poco a poco ha trascendido a la prensa que lo ocurrido no fue un caso aislado, como en un principio trató de minimizarlo el edil de Acapulco, sino que es un patrón constante que se ha venido dando con mucha frecuencia en varios fraccionamientos del puerto, especialmente los más alejados, como los de Barra Vieja, sin que las autoridades hubieran nunca reaccionado hasta ahora.

Ya de por sí la reputación en Europa de las policías mexicanas y de nuestro sistema de procuración y de administración de justicia  anda por los suelos, sobre todo después del caso Florence Cassez, que, siendo o no culpable, la realidad es que nunca le aplicaron el debido proceso, que debió haberse repuesto y no haberla liberado así nomás, nada menos que por la mismísima ¡Suprema Corte de Justicia de la Nación!

Desde luego que cualquier  europeo que ve como la policía mexicana obliga a participar a los indiciados en cursis montajes televisivos que simulan su aprensión; Que luego observa como toda una Suprema Corte se presta a presiones del Ejecutivo para liberar a la Cassez, presuntamente por compromisos políticos; Y que luego se da cuenta de que en Acapulco violan tumultuariamente a españolas, lo va a pensar dos veces antes de querer venir a México de vacaciones.

Diversos personeros de la actividad turística coincidieron en afirmar que todo lo anterior representa una grave crisis para Acapulco, que tanto había invertido en la campaña “Habla bien de Aca”. Es de destacar también que brilló por su ausencia la secretaria de turismo Claudia Ruiz Massieu Salinas quien prácticamente se ve como totalmente ajena a este grave problema.

La realidad es que la imagen internacional de México, que es precisamente la que se supone debe invitar a los extranjeros a venir a nuestro país, está terriblemente lastimada y sus efectos por desgracia no se harán esperar. La que sí está esperando, no sabemos a qué,  es SECTUR.


Turistampa
Todos los derechos reservados ® 2023 [email protected]