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El mundo está casi listo para dar la bienvenida a los viajeros con discapacidad. Todo lo que  necesitan es el dinero, pero eso aplica a todos los que desean unas vacaciones.
El dinero – probablemente más de lo que los no-discapacitados  tendrían que gastar – y la planificación cuidadosa son importantes para asegurarse de que todo vaya bien cuando alguien con capacidades diferentes viaje. La mayoría de aeropuertos en México carece de adaptaciones para hacer más cómodo el transito de discapacitados. Algunos hoteles – pero no todos — tienen cuartos especiales para el inmovilizado, pero no todo estos cuartos son lo mismo. El cuarto debe ser reservado naturalmente y la reservación reconfirmada. Los hoteles generalmente tienen sólo uno o dos  alojamientos para huéspedes con necesidades especiales.
La planificación preliminar también aplica a líneas aéreas. Antes que notificar a la línea que un viajero discapacitado volará, investiguen primero con  qué facilidades cuentan y si están disponibles. Varían. Comience investigando por el Internet. Aeroméxico tiene páginas y páginas que parece que cubren cualquier eventualidad. Estas deben ser estudiadas con cuidado.
El desafío más grande de todo puede ser los filtros de seguridad del aeropuerto. En el caso de un viaje internacional, hay que enfrentar los agentes de migración y aduana también. Ser acompañado por un amigo o un  pariente es un gran consuelo para la persona con discapacidad. A veces, las líneas aéreas lo requieren.
Pero aquí comenzamos a hablar sobre vacaciones, y hablando de vacaciones, utilizar a un agente de viajes es una excelente idea. El seleccionar a una agencia debe ser hecho con el mismo cuidado que cuando uno va seleccionar a un médico o a un abogado. Quizás más cuidado, porque, si todo va bien, gastarás más en viajes que en consejos legales o médicos. Las agencias venden paquetes preparados por turoperadores y hay operadores  que se especializan en ayudar a los discapacitados.
¿Dónde ir? ¿Qué hacer? Esas personas en Puerto Vallarta tienen un gran número de sugerencias, todo desde sillas con ruedas grandes para la  playa hasta unidades de tiempo compartido. Para algo más exótico, un agente de viajes quizás eche una mirada a paquetes organizados por compañías como Flying Wheels (Ruedas Voladoras), con visitas acompañadas a Costa Rica, Perú o Ecuador, donde el idioma no debe ser un problema. Hay excursiones a Bali o Alaska o donde las quieras. Los cruceros son favoritos con muchos veraneantes discapacitados. Varias líneas les ofrecen servicios especiales a pasajeros con necesidades especiales e incluso tienen para ellos visitas con sillas de ruedas disponibles en sus puertos de escala. Otras facilidades están disponibles para los ciegos, los sordos o aún para los mentalmente retardados.