No se puede negar que los que viajan solos pueden sentirse solos. Sin embargo, viajar con un acompañante puede ser peor. Un ex compañero de tu escuela, un colega de oficina, un viejo amigo o un amante nuevo, estar con la misma persona día tras día puede ser agotador. ¿Enciendes el televisor o mejor lo dejas apagado? Uno quiere visitar un bar, el otro no. Habrá debates encarnizados sobre qué hacer o cuánto dinero están gastando. Lo cual me lleva a preguntarme acerca de las lunas de miel. ¿Cómo sobreviven los matrimonios?
La alternativa que hay para no viajar solo a veces es quedarte en casa, lo cual no es precisamente una vacación. Estar a solas no suena muy divertido, hasta que uno se detiene a pensar en ello. Solo, puedes hacer todo lo que quieras: quedarte el tiempo que quieras en un museo sin preocuparte si tu compañero se aburre, o salir rápidamente, porque tú estás aburrido. ¿Encuentras atractivas algunas tiendas? Adelante. Pasa todo el tiempo que necesites (y usa todo el dinero que puedes para pagar). O tal vez te parezca interesante la cantina de en frente. Cuando estás solo, nadie va a tratar de convencerte para que evites esos lugares. Y ¿quién sabe? Posiblemente vas a encontrar un nuevo amigo o algo aún mejor.
Aquí hablo con años de experiencia. Sí, es cierto, para los hombres que viajan solos es mucho es más fácil, pero fuera de Arabia, el mundo ha cambiado desde el siglo pasado. De acuerdo con la Escuela de Administración Hotelera de Universidad Cornell, los hoteleros exitosos no escatiman esfuerzos para atraer a las mujeres como clientes. Por lo general son damas que viajan solas por negocios. Primero ofrecían ganchos para faldas, después luces más brillantes alrededor de los espejos del baño. Parece que no fue suficiente.
Algunas mujeres me han comentado que cuando están solas, los comedores del hotel donde están las dan una bienvenida bastante fría. En realidad, esto aplica también a los hombres. No sólo las mujeres solas se sienten rechazadas. Los restaurantes ganan más cuando dos personas ocupan una mesa en lugar de una sola. Y los meseros obtienen mejores propinas.
En cuanto a los vacacionistas - hombres o mujeres - encuentran que los hoteles anuncian tarifas de sus cuartos sobre la base de “precio por persona en ocupación doble.” Llegan solos y se duplica la tarifa. Comprar un paquete turístico para uno implica que probablemente se le cobrará un fuerte “suplemento individual.” Suena injusto, pero en realidad no lo es. En los negocios, o se obtiene una ganancia o de pronto ya no es negocio. Hoteles y paquetes son negocios.
Por lo tanto, seas hombre o mujer, antes de salir a ver lo que hay al otro lado de los océanos, me permito sugerir una o dos noches a solas en Toluca o Pachuca. Si puedes hacer frente a tu soledad, el mundo es tu ostra. Si no, mejor considera un viaje en grupo en el que puedes viajar sin acompañante, pero aun así estás con otras personas y tendrás un guía que estará cuidándote.