Los esqueletos en el closet de la “administración” de Mexicana.
• “El Sexenio de la Muerte” sigue dando de qué hablar en el mundo para demérito de la imagen de México.
• ¿Quién ha resultado un verdadero peligro para México?
Trascendió, gracias al periódico “La Crónica de Hoy” (18 de agosto de 2010), algo que ya hace tiempo habíamos tratado en este espacio: La turbia relación entre los accionistas que llevaron a Mexicana de Aviación a concurso mercantil y la tesorería del Partido Acción Nacional.
Con lujo de detalles el periodista Daniel Blancas Madrigal reveló hasta las cantidades que donaron el grupo posadas, los hermanos Azcárraga Andrade, la familia Amtmann, Álvaro Fernández Garza y Juan Gallardo Thurlow para la campaña sucia de Calderón en las elecciones presidenciales del 2006. Donativos que se explican por el agradecimiento de tales personeros, en razón de que desde 2005 el Consejo de Administración de CINTRA, entonces controladora de Mexicana por parte del gobierno federal, procediera a realizar la “venta” de Mexicana a tales accionistas y/o altos funcionarios de la “administración” que casi mata a Mexicana. (Hay que recordar que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario, IPAB, fue la entidad gubernamental que refaccionó a CINTRA.)
Cabe resaltar que fungió como asesor de CINTRA el despacho jurídico de Alejandro Creel Cobián, quien no sólo había sido vocal del IPAB, sino que también es primo de Santiago Creel Miranda, quien fuera secretario de gobernación en el Foxato. El resultado de todas estas relaciones es que las acciones de Mexicana fueron vendidas a menos de cuatro pesos, cuando habían llegado a valer 8.
Pero también donó a la campaña sucia calderonista del 2006 la familia Sánchez Navarro Redo, quienes junto con los Diez Barroso y la familia Chico Pardo han llegado a poseer en conjunto el 30% de las acciones de Mexicana, al mismo tiempo que manejan entre el 5 y el 24% de los grupos controladores de Aeropuertos como ASUR y GAP, a pesar de que la Ley de Aeropuertos lo prohíbe. Hay que recordar que las leoninas tarifas de los grupos aeroportuarios también han contribuido a sangrar a Mexicana. La vista gorda de la SCT se explica porque el conjunto de los donantes aportó al PAN en el 2006 cerca de 18 millones de pesos para la campaña que acusaba a Andrés Manuel López Obrador de ser “un peligro para México”.
Ya con Mexicana en el bolsillo, la “administración” de la misma no dejó de otorgar privilegios a calderonistas distinguidos: En marzo del año pasado, para la boda en Huatulco del hijo de Rodolfo Elizondo, entonces secretario de turismo, los invitados gozaron de tarifas especiales que en algunos casos llegaron hasta a menos de la mitad desde cualquier parte del país o de Estados Unidos.
También, entre otras minucias, trascendió que de la Dirección de Finanzas de Mexicana hubo desvíos de 15 millones de pesos a una empresa fantasma, y que Javier Molinar Horcasitas, hermano del secretario de comunicaciones y transportes, Juan Molinar Horcasitas, ha fungido como integrante del Consejo de Administración de Mexicana de Aviación.
Como puede verse, la constante ha sido que el gobierno federal ha permitido que los favoritos de los funcionarios hinquen el diente en detrimento del erario y de una compañía ícono del turismo en nuestro país.
Pasando a otro tema, aparentemente distinto pero que desde luego también perjudica al turismo, es imposible no hablar del cada vez mayor desprestigio de nuestro país, derivado de la dizque guerra contra el narco: El tétrico relato de un sobreviviente de la matanza de setenta y tantos inmigrantes centro y sudamericanos despertó el repudio oficial de distintas naciones, y desde luego consternó a la opinión pública mundial. En estas condiciones oír hablar a Gloria Guevara de que México podría llegar a ser parte de los “cinco fantásticos” en materia de captación de turismo, no queda más que en, precisamente, fantasía pura.
La colusión de funcionarios con pésimos administradores está matando a la aviación. Por otro lado, la dizque guerra contra la delincuencia, llevada a cabo por un gobierno que permite cada vez más instalaciones de casinos, demuestra que los supuestos esfuerzos contra el crimen ni siquiera tocan las bases financieras del narco. Mientras eso ocurre, en el ya llamado “Sexenio de la Muerte”, 28 000 defunciones de delincuentes, soldados, policías, inocentes y hasta migrantes colocan a nuestro país en un verdadero trance de viabilidad. A casi cuatro años de gobierno calderonista y a la luz de los capitales que financiaron la campaña sucia en contra de Andrés Manuel López Obrador ¿Quién ha resultado ser el verdadero peligro para México?
