Columnistas

• Nuevos hitos en la Ciudad de Mèxico:
• El regular, el malo y el bueno.
• De cualquier modo generan interès turìstico por conocerlos.

En meses recientes hemos visto como la Ciudad de Mèxico se renueva constantemente y va agregando valor a su oferta turìstica. Al ser la capital del pais, es natural que todo mundo quiera tener presencia en ella y que empresarios, gobernantes, intelectuales y todo tipo de celebridades quieran dejar su huella en el paisaje urbano de la Ciudad de Mèxico.
Resulta interesante comparar las recientes adiciones al entorno de cosas para ver en la capital, y que hemos calificado como “Regular”, “Mala” y “Buena”.

Regular: El nuevo Museo Sumaya.
Tambièn se pudiera llamar el “Monumento a la Desigualdad” o el “Hito del Monopolio”. Aquì Carlos Slim hace alarde de lo que representa ser el hombre màs rico de la Tierra en un paìs de 112 millones de mexicanos que tenemos que pagarle todos los dìas las tarifas de telecomunicaciones proporcionalmente màs caras del mundo. Con el afàn de que no lo veamos como el exprimidor social que es, y que tampoco veamos que su monopolio le cuesta al paìs màs del 2% anual  del producto interno bruto, segùn un reciente estudio publicado por la OCDE, el magnate decidiò poner su colección de cerca de 60 000 piezas de arte en un nuevo museo que sirve de símbolo para su nueva sede corporativa denominada “Plaza Carso”. El proyecto tiene dimensiones magnìficas pero una muy mediocre realización arquitectònica. Hace muchos años me graduè de Tècnico en Construcciòn y no puedo menos que fruncir el ceño ante la millonada que se gastò Slim en un proyecto arquitectònico ostensiblemente mediocre: Si se suponìa que el complejo de la Plaza Carso deberìa cobijar al museo ¿porquè el arquitecto no supo darle sinergia al conjunto? Es francamente chocante ver como se ponen edificios cuadrados sin ninguna imaginación frente a una estructura de corte abejil que se supone intentò ser “modernista”. Los dos cuerpos desde luego no dialogan uno con otro y desentonan terriblemente con proyectos cercanos que si supieron aprovechar un buen proyecto arquitectònico amable y propositivo: El contraste con el cercano centro comercial Antara no puede ser màs revelador de la diferencia entre una mala y una buena arquitectura. Claro que no hubo posibilidad de que arquitectos realmente propositivos hicieran la obra de Slim, pues en la mas socorrida tradición del capitalismo de compadres Slim le adjudicò la obra a su yerno, asì que si no nos gusta el adefesio de Plaza Carso ya sabemos porquè.

Malo: La Estela de Luz. Este si deberìa ser llamado el monumento a la corrupción e ineptitud calderoniana y panista. Nos costò a todos los mexicanos el triple de lo previsto, no estuvo a tiempo para el Bicentenario, y el alud de irregularidades, cochupos y sinverguenzadas que supuso la construcciòn de este otro adefesio no tiene nombre. Pero claro: Las investigaciones no avanzan pues como hemos constatado en los ùltimos doce años, nunca se encuentran funcionarios panistas culpables de nada pues se solapan unos a otros sin que nadie sea juzgado. El resultado es una columna que intenta competir con los añejos anuncios de neòn y que entre otras cosas le echa a perder al turista el fondo de la foto que quiere tomarse con el Àngel de la Independencia, que Don Porfirio levantò, e inaugurò a tiempo para el Centenario de 1910.   

Bueno: La Arena Ciudad de Mèxico. Este enorme proyecto de regeneraciòn urbana, ubicado al norte de la capital representa todo un ìcono de innovación para una  zona que no era muy frecuentada por los visitantes, pero que a partir de ahora seràn atraìdos por multitud de conciertos, espectàculos, deportes y actividades culturales varias sin problemas de estacionamiento pues 5000 vehìculos pueden acomodarse gratuitamente. Sin duda la Arena se constituirà en una de las màs importantes atracciones de la Ciudad.
Pudiendo gustarnos o no, los nuevos hitos de la Ciudad de Mèxico se constituyen en un motivante màs para visitar la capital, que próximamente estrenarà muchas obras viales que la haràn màs funcional y atractiva.