Columnistas

• Noticias de la aviación mexicana.
• Mexicana parece que si despegará.
• AeroMéxico y su Dreamliner.


En el marco de una gestión gubernamental francamente favorecedora de los intereses de unos cuantos, resulta esperanzador que el Poder Judicial, representado por el magistrado Felipe Consuelo Soto, ha dado muestras de sensibilidad y ponderación al emitir recientemente el laudo que obliga a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes a devolver a Mexicana de Aviación las rutas y “slots” (espacios operacionales para despegar oaterrizar) que originalmente le pertenecen y que ya habían sido mañosamente “transferidas” a otras aerolíneas como Volaris e Interjet.

Esta decisión dió aire fresco a los trabajadores y a los verdaderamente interesados en que la primera línea aérea de los mexicanos vuelva a surcar los aires.  Al mismo tiempo, los grupos inversionistas interesados y los sindicatos parece que se están poniendo de acuerdo y avanzando en la tan ansiada reestructura de la empresa. Ojalá que todo salga bien y que próximamente podamos ver a los aviones de Mexicana de Aviación en pleno vuelo.

En otra noticia relevante para la aviación mexicana, se anunció que AeroMéxico pondrá en operación su primer avión Boeing 787 Dreamliner en agosto del año próximo, siendo la primera línea de Latinoamérica en hacerlo.

El plan es que AeroMéxico opere un total de 7 de estas modernas aeronaves que implican una inversión de 190 millones de dólares por unidad. Hay que recordar que el Dreamliner es un aparato de avanzadísima tecnología, construido en fibra de carbono en vez del aluminio tradicional, lo que se traduce en mucho menor peso y desde luego mejor desempeño económico, que puede andar en el orden del 20% de ahorro en el consumo de combustible.

También es destacable que el avión tiene muchas más partes reciclables, emite menos ruido y requiere menor presurización en la cabina, lo cual fatiga mucho menos a los pasajeros y tripulantes.

El 787 Dreamliner tiene capacidad para 240 pasajeros y puede volar las rutas más largas de AeroMéxico, es decir, las que opera al aeropuerto de Narita en Tokio y las de Santiago de Chile, Buenos Aires y Barcelona.

Es de esperarse que el advenimiento de este avión en la flota de la aerolínea del Cuauhtecutli (Caballero Águila) redunde en potenciamiento de la actividad turística mexicana.