Yo sé que mucha gente celebró la terminación del sexenio de Calderón como si llegara el año nuevo, pero también mucha gente ha recibido al nuevo gobierno con preocupación e incluso desprecio.
Creo que México está más polarizado que nunca y con las emociones a flor de piel como pocas veces se ha visto en nuestro ambiente político
: Algunos lloran lo que otros festejan. Unos muestran júbilo y otros pesadumbre. Y muchos otros no ven ni a los que salen ni a los que entran como opción digna.
En nuestra todavía titubeante democracia necesitamos darnos cuenta que no basta con elegir a nuestro gobernantes, también necesitamos demandar de ellos que cumplan con sus funciones. El proceso de elección dura pocos meses, pero la demanda, la exigencia por hacer lo correcto, debe durar seis años.
Yo no soy partidario de partidos o tendencias políticas específicas. Creo que mi país necesita una amalgama de ideas diferentes y contratantes que permitan el progreso y modernidad sin descuidar el desarrollo social y sin olvidar nuestras raíces. Como dijo un gran político chino: "No importa que el gato sea negro o pardo, sino que se coma a los ratones."
Pero así como tomo los cambios políticos con muchas reservas, donde no tengo reparos es en presumir que soy un ferviente admirador y enamorado de México, mi México.
Al final de cuentas, mi México es tanto más grande que las opciones políticas que lo cobijen o aflijan (según el punto de vista). Pero si deseo al nuevo gobierno el mayor éxito posible, en beneficio de todos los mexicanos y de México, nuestro México.
Recuerdo que cuando se estaban llevando al cabo las deslucidas celebraciones con motivo del bicentenario, mencioné en un espacio editorial que nuestro país era uno al que los conflictos armados le venían cada cien años. Cuando uno considera la situación social, económica y política que antecedió a los conflictos armados de 1810 y de 1910, es claro que tanto la lucha por la independencia así como la revolución mexicana fueron conflictos que, si bien eran indeseables, también eran inevitables. En el sexenio que en unas cuantas horas termina también se ha vivido otro conflicto armado, pero a diferencia de las heroícas luchas de hace cien y hace doscientos años, el conflicto actual era evitable, pero aparentemente fue deseable para aquellos que se olvidaron, o no supieron, que la responsabilidad de gobernar implica en primer lugar la protección de los gobernados.
El 15 de noviembre de 1969 salió a la luz el primer número de TURISTAMPA. En esa primera edición nuestro fundador, Fortino Ibarra, escribió: “Nuestro propósito es que TURISTAMPA destaque y se convierta, pronto, en un vehículo de información que sirva, aliente y estimule a la industria turística nacional, todavía ayuna de un medio de comunicación eficaz, idóneo, con la limpieza de las cosas sanas y honradas.” Nuestro fundador añadió en ese primer editorial que sirvió para presentar los principios que nos siguen conduciendo en la actualidad: “Queremos ser servidores, no serviles. Creemos que la industria turística nacional requiere de servidores; de colaboradores y no de simples críticos malintencionados.” “TURISTAMPA no tiene lemas, pero sí principios. Tres principios fundamentales: PROGRESO, PAZ y AMISTAD.” Desde 1969 a la fecha, el desarrollo tecnológico de los medios de comunicación ha sido extraordinario. En 1969 se utilizaban mesas de diseño, reglas de dibujo, pegamento industrial, papel de diferentes tipos y cortadores de bolsillo para diseñar un periódico, con las cuartillas formadas en máquina especiales que resultaban muy caras y de difícil acceso. La bata era fundamental para no ensuciar la camisa y las ventanas abiertas vitales para apaciguar los efectos del pegamento. Todas esas herramientas e insumos son piezas de museo en la actualidad y el proceso que se utilizaba no era muy diferente al de los siglos anteriores. TURISTAMPA fue uno de los dos primeros periódicos en México, incluyendo a los principales periódicos diarios del país, que se formó completamente en computadora utilizando programas y computadoras que hace 30 años parecían producto de la ciencia ficción y que en la actualidad son superados por cualquier juego electrónico de niños.
Los destinos de México, así como los hoteleros, operadores y demás turisteros que reciben viajeros de Estados Unidos saben de la importancia de Travel Weekly como medio informativo para las agencias de viajes de Estados Unidos que venden México. Además de sus excelentes medios de comunicación en los Estados Unidos, Travel Weekly realiza foros en México donde busca informar, educar y señalar las tendencias y estrategias que pueden ayudar a aumentar la cantidad de turistas de los Estados Unidos que vienen a México. El X Foro de Travel Weekly en México se llevó a cabo el pasado 4 de octubre en el hotel Marquis Reforma de la Ciudad de México y podemos decir que las presentaciones fueron un éxito rotundo debido a su calidad, claridad y objetividad.
La Sectur con la que Soñamos los “Turisteros”: Realidad, no Utopía
La palabra “turistero” no está avalada por ninguna de las academias dedicadas a catalogar y aprobar el buen uso del español. Sin embargo, es una palabra que desde hace más de cincuenta años se utiliza cotidianamente en el ambiente turístico y es un término que para aquellos que gustamos de usarlo representa la doble característica que distingue a la industria turística: calidez y amistad y trato personal por un lado y por otro lado profesionalismo, esfuerzo y trabajo.
En la industria turística tan importante es el lado humano como el lado profesional y en TURISTAMPA siempre tenemos presente eso. Por eso cuando criticamos a alguien, jamás lo hacemos de manera personal, sino siempre desde el punto de vista profesional. No somos paparazzi, no somos sensacionalistas, simplemente somos “turisteros” con el deseo de informar objetiva y verazmente.
Recientemente la secretaria de turismo, Gloria Guevara, increpó durante una cena en el Castillo de Chapultepec a la representante de nuestro medio que asistía a ese evento debido al disgusto que le ha causado la publicación de algunos editoriales con el título “La no muy gloriosa administración de Gloria”. La titular de Sectur le comentó a nuestra representante en esa cena tres cosas interesantes: 1. El ataque parecía personal. 2. Parecía que se nos había “marcado línea” y 3. No habíamos “hecho nuestra tarea” para publicar lo que habíamos publicado.
