Advertisement
aqui

Por Daniel Olivares Villagómez.

  • “Escándalos”, guerra y turismo.

Como se sabe las “noticias” no siempre lo son, especialmente en un país como México, con gran desigualdad, producto de siglos de abuso y corrupción, y que tiene ahora un gobierno que se ha atrevido a pensar en la mitad de la población en la que antes simplemente no se pensaba. La reacción de una parte de los grupos dominantes, acostumbrados a pactar en lo oscurito con los gobernantes, ha sido de atacar, en todo y por todo, las acciones de gobierno. Lo hacen infructuosamente, pues como se ve, el respaldo que tiene el Presidente López Obrador es muy mayoritario, cercano al 70%. La obsesión de algunos por intentar manchar su actuar, roza ya lo enfermizo, y se intenta fabricar “escándalos” de lo que sea. La última intentona inmobilaria se desmoronó al comprobarse que se trataba en un caso de una simple renta y una adquisición con hipoteca, sin menoscabo alguno al erario nacional. En los dimes y diretes se intentó también infructuosamente dañar la reputación de un importante grupo hotelero, que también en su momento refutó las turbias maledicencias, pues los supuestos “favores” del régimen, como el señalamiento de que se renovó su concesión de playa, son asuntos rutinarios que prácticamente se realizan automáticamente. Todo esto debe poner en alerta a la opinión pública del turismo para no dejarse llevar por este tipo de “sospechosismos” de mala fe, a todas luces fabricados.

Un tema muchísimo más importante, al que sí se le debe prestar atención, es al desarrollo del conflicto entre Rusia y Ucrania, que ya ha tenido afectaciones relevantes para el turismo mexicano, especialmente de Cancún y la Riviera Maya, pues a pesar de la pandemia, el año pasado se recibió una derrama de cerca 102 millones de dólares de estos mercados, al registrarse 75 446 personas de Rusia y 28 228 turistas procedentes de Ucrania, números que se esperaba iban a crecer favorablemente antes del estallido del conflicto. Lo más grave es que las aerolíneas rusas que solían llegar al aeropuerto de Cancún han dejado de hacerlo, con el consecuente perjuicio para Cancún y el Sureste del país.

De hecho, la decisión de Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea de cerrar su espacio aéreo a aviones rusos, ha traído el práctico bloqueo de la conectividad aérea con la Federación Rusa, que respondió restringiendo los vuelos de aeronaves de 36 naciones sobre su territorio. Esto no augura nada bueno, pues el inmenso espacio aéreo de Rusia complica enormemente las operaciones de un gran número de aerolíneas internacionales, lo cual desde luego perjudica la llegada de turistas a muchos centros turísticos de todo el orbe: Incluso ha ocurrido que la súbita noticia dejó varados a muchas aeronaves que tuvieron que recalcular sus rutas, para en complicados trayectos volver a sus lugares de origen, como fue el caso del avión de la compañía rusa “Norwind”, que estando en Cancún, tuvo que regresar sobrevolando Cuba, Bahamas, bordeando sin acercarse a Islandia y a toda la costa Noruega, para entrar a Rusia por su extremo Norte. No hay que decir que Cuba, con estrechos lazos turísticos con Rusia y Ucrania, también se ve perjudicada por todo esto, pues solo algunos aviones tienen el alcance suficiente para esquivar los cielos prohibidos.

Pero lo más inquietante es que la escalada de ataques y de agresiones verbales entre Rusia, y Ucrania y Occidente amenazan con una conflagración mundial, incluso nuclear: Esperemos que la prudencia impere.

    

         


Turistampa
Todos los derechos reservados ® 2023 [email protected]