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Categoría: Análisis Turístico

Por Daniel Olivares Villagómez.

Una reciente campaña promocional de una aerolínea de bajo costo, ha servido para llamar la atención acerca de la Tarifa de Uso de Aeropuerto, (TUA). La compañía en cuestión ha venido poniendo a disposición del público boletos nacionales a distintas ciudades del país a precios bajísimos: $79; $14; e incluso por un solo peso; advirtiendo que están incluidos todos los impuestos y cargos menos la TUA. En un ejemplo se solicitó reserva en vuelo redondo hacia Los Mochis, Sinaloa, partiendo de la Ciudad de México, obteniéndose una tarifa de dos pesos, mientras que la TUA correspondiente ascendió a cerca de 1100 pesos.

Obviamente la aerolínea está haciendo un gran esfuerzo para lograr ofrecer esta tarifa de un peso: Implica que no va a ganar nada en la transacción, excepto la ocupación de su asiento y la intención de viaje del pasajero que posiblemente se decante por consumir algún producto extra antes, durante o posterior al vuelo. La promoción es desde luego muy novedosa y arriesgada, pues implica el fomentar el viaje entre público que de otra manera no pensaba realizar el periplo, fundamentalmente por los temores inherentes a la pandemia. Y debe decirse que gracias a esa promoción muchos miles de personas se animarán a viajar aun a despecho de la emergencia sanitaria, con lo cual muchos destinos, hoteles y negocios de hospedaje, atractivos, restaurantes y demás negocios turísticos se verán beneficiados precisamente cuando más se necesita.

El negrito en el arroz está en los grupos aeroportuarios que creó el salinato: A estos monopolios regionales se les otorgó la operación de los aeropuertos con más movimiento del país, para que lucren exprimiendo a aerolíneas y pasajeros. Hay que recordar que todos los aeropuertos en México fueron construidos por el gobierno con dinero público, que desde luego pagamos todos los ciudadanos vía impuestos o deuda pública, (en más de 30 años de privatización no se ha construido un solo aeropuerto) y durante mucho tiempo fueron todos operados por la entidad estatal Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) con un criterio de servicio público y que cobraba a los pasajeros el Derecho de Uso de Aeropuerto (DUA) que nunca fue lesivo a la economía de nadie, pues era muy módico y razonable. Es cuando viene la privatización de los aeropuertos más rentables cuando el DUA se convierte en TUA, y la voracidad de los grupos aeroportuarios se desata: La TUA actualmente se convierte en muchos casos como el factor más importante del boleto de avión, tal y como lo muestra la promoción aludida.

Como no compiten entre sí, cobran al máximo y dan servicios mediocres o francamente pésimos: Es frecuente encontrar baños sucios y sin papel, jabón o toallas, los estacionamientos son carísimos e incómodos, con cajones minúsculos, los filtros y puestos de revisión insuficientes y lentos, las instalaciones y mobiliario descuidadas, a más que las rentas de los locales son elevadísimas, lo que induce que los precios de cualquier bien o servicio sean exorbitantes, a más que los monopolios de taxis y transportación terrestre con frecuencia salen más caros que el boleto de avión.

Ojalá que SECTUR y la SCT de la 4T promovieran la revisión de las concesiones a estos grupos leoninos, pues ni en la pandemia hacen esfuerzo alguno por bajar la TUA que ya está en niveles escandalosos para perjuicio del turismo y del país en general.