Imprimir
Categoría: Editorial

Sectur y su desdén hacia los turisteros

¿Recuerdan ustedes los concursos televisivos en que al participante que quedaba "vivo" después de que todos los demás habían sido eliminados se le decía: "Y ahora, fulanito, por la oportunidad de ganar una casa nueva amueblada, un automóvil último modelo con el seguro y la tenencia pagadas para siempre, y un vale con duración de 20 años para comer en los mejores restaurantes del mundo incluyendo chupe y propina, conteste usted la siguiente pregunta..." y entonces se le hacía al concursante una pregunta imposible de contestar?

Uno podía ver cómo la cara de inmensa alegría del participante cuando le describían los premios se iba transformando primero en incertidumbre, al ni siquiera entender la pregunta; luego en desesperación, al ver que los 30 segundos que se le habían dado para contestar se esfumaban; luego en incredulidad, cuando sonaba la campana de tiempo terminado; y luego en absoluta tristeza y decepción, cuando el locutor le decía: "Ni modo, pero no se preocupe, como premio de consolación le damos una pluma nueva, un par de calcetines y una dotación de chicles que le va a durar una semana si nada más se mastica uno diario..."

 Así se han sentido muchos turisteros: hoteleros, agentes de viajes, operadores, restauranteros, representantes de navieras, aerolíneas, atracciones turísticas y muchos otros, ante la indiferencia, o más bien el desdén, que ha mostrado Sectur hacia su situación durante la presente e histórica crisis.

 Primero Sectur, de manera rimbombante, anunció hace varios días que iba a presentar "la estrategia digital para la contención de crisis del sector turístico" (en palabras de Sectur mismo). Esa presentación, un auténtico fiasco, no fue otra cosa sino anunciar que iban a tener "unos videos nuevos bien bonitos, digitales y todo, que iban a ver un montón de personas en todo el mundo que iban a quedar tan enamoradas de México que luego luego que pudieran se iban a venir de visita..." (Esas no son palabras de Sectur, pero es lo que quisieron hacerle creer a los turisteros.)

 Después, hace un par de días, anunciaron, también de manera rimbombante como les gusta: "La Secretaría de Turismo del Gobierno de México informa a todos los miembros de la industria Turística del país sobre el programa “Apoyo a Empresarios Solidarios”, implementado por el Gobierno Federal. El crédito es por 25 mil pesos, para las empresas que no hayan despedido empleados durante el primer trimestre del 2020. En el caso del sector Turismo, apoya a agencias de viajes, restaurantes, hoteles y todos aquellos negocios que cumplan con los requisitos de elegibilidad." Más adelante informa: "En su mayoría, los beneficiarios de este apoyo son micro empresas, dentro de las que se encuentran abarrotes, misceláneas, cocinas económicas, estéticas, además de agencias de viajes, restaurantes, pequeños hoteles y hoteles boutique, así como cualquier otro negocio que tenga desde uno a cinco empleados..." Luego menciona el comunicado que ese crédito de 25 mil pesos también puede beneficiar a algunas empresas de cinco a diez empleados, de 10 a 50 empleados y de más de 50 empleados. O sea, si tienes 50 empleados y necesitas ayuda, pues 500 pesotes por trabajador seguramente te van a sacar del atolladero.

 Sectur no solamente decepciona a la industria turística con soluciones que no lo son, sino que comete un error muy grave que abrirá una brecha todavía más grande y más profunda entre esa secretaría y la industria turística de México: a nadie le gusta que lo traten como si fuera estúpido.

Los grandes hoteleros del país, los grandes ejecutivos de aerolíneas, arrendadoras, operadores turísticos, agencias de viajes, representantes de navieras, parques de atracción, restaurantes... no son estúpidos, y es muy desafortunado que Sectur los trate con tal soberbia y desdén ofreciéndoles "soluciones" que no lo son.

El clamor de los turisteros no era para que les regalaran dinero. Lo que pedían y piden es apoyos fiscales y de otro tipo para poder resistir esta terrible situación. El que Sectur les ofrezca videos y créditos de alcancía de cochinito es no únicamente inservible, sino altamente ofensivo, indignante.

En relación a los videos como "contención de crisis para el sector turístico" ¿De qué mente perturbada salió esa idea? ¿Quién se atreve en su cabal juicio a sugerir que unas peliculitas van a parar la inminente crisis que ya afecta gravemente a las empresas turísticas del país? Las empresas turísticas del país no necesitan videos, necesitan pagar sus nóminas en un momento en que no están vendiendo nada, bajo la amenaza de que si no lo hacen, no son "empresas solidarias."

En relación a los créditos... ¿Cuántos "pequeños hoteles y hoteles boutique" conocen que tengan cinco o menos empleados? ¿Cuántos restaurantes conocen de la categoría adecuada para servir a los turistas nacionales y extranjeros que tengan cinco empleados o menos? ¿Cuántas operadoras de viajes, u organizadores de viajes de incentivo y convenciones, conocen que tengan cinco empleados o menos?

Aunque Sectur no se de cuenta, o no quiera darse cuenta, lo que está haciendo está afrontando y ofendiendo profundamente a los turisteros de México. Los turisteros son gente muy digna, muy trabajadora, muy inteligente. Sería mejor que Sectur les dijera: "No quiero ayudarte, no puedo ayudarte, no me importa ayudarte, me vale gorro ayudarte", a darles "soluciones" que no solamente no lo son, sino que en su fondo y forma ofenden la inteligencia de los turisteros.

Al final de cuentas los turisteros, esperemos que la gran mayoría, saldrán adelante de esta crisis, pero no será gracias a lo que Sectur hizo durante este tiempo, sino a pesar de lo que Sectur hizo. Los viajeros gradualmente irán llenando hoteles y aviones y cruceros y restaurantes y atracciones. La gente viajará nuevamente porque el ser humano tiene ese deseo indomable de hacerlo. Y los turisteros, es nuestro deseo, saldrán adelante gracias a su tenacidad, a su ingenio, a su inteligencia, a su solidaridad con otras empresas turísticas. A que son turisteros de corazón. Y a que el turismo no lo para nada ni nadie.