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Categoría: Editorial

El fin de los fines de semana largos: Cuando una ocurrencia se convierte en propuesta y una propuesta en mandamiento.

En el año 2017, cuando Miguel Torruco Marqués era Secretario de Turismo de la Ciudad de México, dijo lo siguiente sobre el fin de semana largo del 4 al 6 de febrero:

"La CDMX recibirá este Fin de Semana Largo, que comprende del 4 al 6 de febrero del presente año, alrededor de 144 mil turistas hospedados en hoteles, con lo que se espera una ocupación del 68%, lo que significa 1.5% más que en 2016, mientras que en los hoteles de 4, 5 estrellas y gran turismo la ocupación llegará al 82%, y de forma global habrá una derrama económica cercana a los 913 millones de pesos, 15.5% superior a igual periodo del año pasado, informó el Secretario de Turismo capitalino, Miguel Torruco Marqués.

Estos días de asueto con motivo del 5 de Febrero, fecha en que se cumplen 100 años de la Promulgación de la Constitución Política de 1917, también generarán la llegada de 760 mil excursionistas (visitantes sin pernocta con estancia menor a 24 horas) provenientes del interior del país y de los municipios conurbados de la Zona Metropolitana, que erogarán alrededor de 179 millones de pesos, aseveró el responsable de la política turística del Gobierno de la Ciudad de México."

Miguel Torruco siempre habló bien de los fines de semana largos y mantuvo que éstos habían aumentado la cantidad de turistas e ingresos económicos a la CDMX y a todo el país. Pocos funcionarios entendían la importancia positiva de los fines de semana largos como Torruco.

Por eso es que seguramente Miguel se sintió por lo menos incómodo y contrariado, si no es que muy molesto, cuando hace unos días López Obrador decidió que la gente no respeta su historia porque ya ni sabe qué se celebra en qué fecha y de repente soltó la ocurrencia de que se iban a eliminar los fines de semana largos, que han probado su valor ya por muchos años.

Esto probablemente fue un capricho de AMLO dicho en el calor del momento, algo soltado al aire sin considerar en lo absoluto sus consecuencias para el turismo y la vida familiar. Pero como este gobierno se ha caracterizado porque las ocurrencias maduran en propuestas y las propuestas en mandamientos, pues a nuestro Secretario de Turismo no le quedó de otra que apechugar y aceptar los designios de su jefe, por muy absurdos que sean tanto en forma como en fondo.

Ahora están tratando de tapar el error hablando de un supuesto "Plan B" en que de la manga se sacarían tres nuevos fines de semana largos, en colaboración con la SEP. La SEP se cuadrará ante el gobierno y establecerá los nuevos lunes feriados para que haya fines de semana largos, ¿pero qué hay de los negocios en México? ¿Van simplemente a autorizar a sus empleados a que se tomen tres lunes más en el año para que paseen a sus niños cuando la presidencia lo considere correcto...?

En fin, cuando la terquedad y la soberbia hacen que las ocurrencias sean elevadas a propuestas, y cuando el autoritarismo y los oídos sordos a los consejos sensatos hacen que las propuestas sean elevadas a mandamientos, las consecuencias para el turismo y el país pueden ser preocupantes.