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Por Daniel Olivares Villagómez.

  • 50 años del “Jumbo”.

El 22 de enero de 1970, en un vuelo inaugural de Nueva York a Londres de la hoy desaparecida “Pan American World Airways”, se inició la era de los aviones de fuselaje ancho, precisamente con el que durante mucho tiempo sería el más grande de todos: El Boeing 747 “Jumbo Jet”.

 

Concebido durante los años sesenta, cuando el crecimiento de la aviación de pasajeros fue exponencial, las dimensiones del 747 servirían para descongestionar los aeropuertos que hasta entonces eran servidos por aviones relativamente pequeños, como el 707 o el DC-8. El diseño fue influenciado por el legendario Juan Trippe de “Pan Am”, permitido por el advenimiento de los grandes motores “JT9D Turbofan” de “Pratt & Whitney” y desarrollado por Joe Sutter, cuando se preveía que pronto entrarían en servicio los aviones supersónicos de pasajeros, que harían obsoletos a los subsónicos, y por lo tanto se pensó que el 747 terminaría siendo un carguero, de ahí su peculiar “joroba”, pues la cabina de mando se colocó encima del área de carga/pasajeros, obteniéndose así un segundo piso, que en muchos casos se usó como lounge, incluso con piano en “American Airlines”. La crisis del petróleo, iniciada en 1973, acabó con la viabilidad de los supersónicos y fue el gran impulso para el “Jumbo”, que se consolidó desde entonces como el avión de pasajeros estándar para las grandes aerolíneas transoceánicas, pudiendo transportar hasta 529 pasajeros en dos clases. Como dato curioso, para poder producirlo se tuvo que levantar primero el edificio con el mayor volumen interno jamás construido hasta ahora en Everett, Washington, donde laboraron “Los Increíbles”: el grupo de trabajadores que en apenas 28 meses entregaron los primeros aviones a “Pan Am”.

El impacto en el turismo fue enorme, pues la gran capacidad del 747 permitió que las tarifas se hicieran más accesibles, detonando un verdadero boom de turismo intercontinental que perdura hasta la fecha, gracias a las sucesivas versiones con motores cada vez más eficientes y mayores prestaciones y dimensiones. El éxito de ventas para Boeing fue innegable: Más de 1500 han sido entregados, algunos muy célebres como los “Air Force One”, y los puestos voladores de comando estratégico presidencial de EEUU; el de la NASA, que ha llevado cargando en el lomo el transbordador espacial; el “Dreamlifter” modificado para llevar componentes enteros del “Dreamliner”; el “SR” construido especialmente para las líneas japonesas, que lo usaron para trayectos domésticos de alta densidad con 570 asientos, o el “SP”, acortado para lograr más alcance, usado entre otras por las líneas sudafricanas en la época del apartheid, cuando no se les permitía sobrevolar otros países africanos.  

La presencia del 747 en México ha sido muy importante: El primero que sirvió a nuestro país fue el de KLM, a principios de los setentas, y otros que le siguieron fueron los de Air France, Lufthansa, Iberia, JAL, Pan Am, Aerolíneas Argentinas, British Airways, CP Air, Air Madrid, los de innumerables charteras y los cargueros de “Cargolux” entre otros. Así, el “Jumbo” ha sido vital en el transporte de viajeros que ha nutrido a la industria turística y a la economía mexicanas durante las últimas cinco décadas, a pesar de que nunca ninguna línea aérea mexicana lo operó, privilegio que si tuvieron VIASA, AVIANCA, VARIG y LAN Chile en el contexto latinoamericano.

Conmemoremos pues al Gigante del Cielo en su 50 Aniversario.


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