Uno de los temas más importantes que fueron tratados durante la pasada edición de IPW en Anaheim, California, fue la importancia de que el gobierno de Estados Unidos reconozca la importancia del turismo hacia ese país y por lo tanto reautorice por otros cinco años a Brand USA, la organización de mercadotecnia de Estados Unidos que ha tenido gran éxito y resultados desde que se inició hace seis años.
Como sucede en otros países, el problema que enfrenta Brand USA es que su reautorización se ha convertido en un tema político. Debido a eso, están cabildeando enérgicamente en el Congreso y en el Senado de Estados Unidos para convencer a los congresistas y senadores de ese país para que reautoricen a la organización.
Ese cabildeo ha logrado que prácticamente la mitad de los senadores hayan ya firmado una carta apoyando la reautorización de Brand USA y se espera que los congresistas hagan lo mismo con la carta que tienen en sus manos actualmente.
La autorización actual de Brand USA termina en septiembre de 2020, dentro de más de un año, pero nadie en la industria turística de Estados Unidos desea esperar hasta el año que viene para que se otorgue la reautorización, ya que eso deja un muy poco margen de maniobra para la planeación e implementación de las nuevas estrategias para promover el turismo hacia Estados Unidos.
Brand USA ha sido una organización de gran éxito y sus esfuerzos desde su inicio hace seis años ha ayudado a la generación de seis millones más de turistas hacia Estados Unidos.
A pesar de esos esfuerzos y de los realizados por las diferentes organizaciones estatales y citadinas, el turismo internacional hacia los Estados Unidos creció únicamente 3.5 por ciento durante 2018, muy por abajo del promedio de crecimiento mundial de 7.0 por ciento.
Además, la tajada del turismo internacional que se lleva Estados Unidos ha descendido de 13.7 por ciento en 2015 a 11.7 por ciento el año pasado, dos puntos porcentuales menos.
Roger Dow, el CEO de la US Travel Association (USTA) organizadora del IPW (conocido anteriormente como POW WOW) sostiene que la baja del turismo hacia Estados Unidos se ha debido principalmente a factores económicos y no políticos. Dow dijo que el principal factor por el que ha descendido el turismo hacia Estados Unidos es la fortaleza del dólar, seguido por el crimen y la violencia con armas que han dado mala fama a Estados Unidos y han llevado a algunos turistas a cambiar sus planes de destino.
Dow mencionó como la industria turística construye puentes y no muros y que hay mercados, incluyendo el mexicano, en que la gente separa el lugar de sus líderes políticos y por eso siguen viajando a Estados Unidos.
A manera de paréntesis podemos decir que en México ha habido otros factores, como el económico y el político, sobretodo con la incertidumbre que ha habido en algunos sectores ante el cambio de gobierno, que sí han afectado el flujo de turistas hacia los Estados Unidos, y si ha eso le añadimos la animadversión que muchos sienten hacia el presidente que gobierna a nuestro vecino del norte, la situación puede ser algo complicada.
Fuera del aspecto político, podemos decir que el IPW fue muy exitoso desde el punto de vista que contó con más de 1,300 puestos de exhibición, y más de seis mil visitantes que incluyeron a 1,300 compradores domésticos e internacionales, así como más de 500 periodistas que representaban a 70 países.
Vale la pena mencionar que la presencia de operadores mexicanos no fue muy nutrida, como ha sucedido ya en los últimos años. Eso no refleja falta de interés en el mercado de Estados Unidos, más bien es un reflejo de que ante la cercanía de los dos países y la cantidad de misiones comerciales que vienen de Estados Unidos a México para promover productos y destinos, para muchos operadores la necesidad de asistir a IPW no es tan grande como lo era hace años. Sin embargo, pensamos que incluso los operadores más exitosos hacia Estados Unidos deberían aprovechar esta ventana al negocio del turismo hacia nuestro vecino del norte.
La ciudad de Anaheim realizó un excelente trabajo organizando el IPW de este año y seguramente Las Vegas, la sede del 2020, estará a la altura de lo logrado en esta edición.
Por Edgar Ibarra Schaufelberger
