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El peligro de olvidarse de la promoción turística.

Durante el pasado Tianguis Turístico de Acapulco, Luis Barrios, Presidente y Fundador de Hoteles City Express, hablando a nombre de la Asociación de Cadenas Hoteleras, mencionó que se viene registrando una caída del turismo procedente de Estados Unidos en los últimos siete meses, por lo que pidió capital semilla para promoción anual por 125 millones de dólares: “No nos descobije pues el que no enseña no vende” fue el pedido al Presidente de México.

La petición es por demás sensata y necesaria. Sin embargo, parece que el gobierno federal ha decidido ignorar esa demanda, a pesar de que Barrios ofrecía una alternativa viable para conseguir ese dinero: regular las plataformas de hospedaje colaborativo para que paguen IVA, con lo que se pueden recaudar 2,400 millones de pesos, que son equivalentes a lo que se necesita para promoción.

La negativa del gobierno mexicano para invertir dinero para promoción turística es preocupante. Coincidimos con el gobierno mexicano en que históricamente ha habido una desigualdad muy marcada en nuestra sociedad, y es verdad que cerca de los centros turísticos de México existen poblaciones con necesidades apremiantes. Estamos a favor de la llamada "reconciliación social."

Vale la pena preguntar: ¿Esa desigualdad cerca de los centros turísticos, es culpa de los turisteros o de otros factores que incluyen el enorme robo de los recursos para mejorar las poblaciones de los gobiernos locales y estatales y federales? ¿Es culpa de los hoteles de las zonas turísticas que algunas poblaciones cercanas carezcan de servicios eficientes de agua, luz, drenaje y otros, o eso es más bien culpa de la enorme dilapidación en los diferentes niveles de gobierno que se ha hecho de los recursos que estaban para eso?

Una definición de promoción es: "Conjunto de actividades cuyo objetivo es dar a conocer algo o incrementar sus ventas." Es muy cierto que "el que no enseña no vende." Eso lo entienden empresarios y ejecutivos hoteleros, de aviación, restauranteros , de arrendamiento de autos y todos los demás negocios que conforman la industria turística. ¿Por qué no lo quiere entender el gobierno de México?

Más aún, ¿por qué no lo quiere entender el gobierno de México cuando nuestro Secretario de Turismo actual ha sido empresario turístico y entiende la importancia de la promoción?

Es preocupante que llamados como el de Luis Barrios sean desechados a priori, ignorando las cifras y estadísticas y haciendo caso omiso de la opinión de aquellos que saben y hacen el turismo.

Consideramos muy preocupante también una tendencia que se está marcando claramente en este gobierno: sobreestimar a los funcionarios y subestimar a los empresarios. Las peticiones y opiniones de empresarios y ejecutivos turisteros no deben ser ignoradas y mucho menos despreciadas. Menos aún si esas peticiones y opiniones están basadas en cifras, estadísticas y análisis inteligentes y objetivos.

Es importante que un gobierno tenga ideas e ideales, pero las ideas e ideales son subjetivos al fin y al cabo y no pueden tener más peso para la toma de decisiones que los puntos de vista objetivos y claros de nuestros turisteros.

Algo más: sabemos que hay directivos en Sectur que no están preocupados con el tema de la promoción porque, según ellos, "la gente llega sola a México." Es precisamente ese tipo de soberbia no inteligente que se debe evitar si queremos que México siga siendo una potencia turística de primer nivel.

Tener sentido nacionalista, echarle porras a México, puede tener cierta satisfacción sentimentaloide, pero no va a atraer turismo a México. No sobreestimemos las porras a nuestro país y subestimemos la promoción. Si lo hacemos, las consecuencias económicas y sociales podrían ser graves.

Para resaltar en el editorial:

Vale la pena preguntar: ¿Es culpa de los hoteles de las zonas turísticas que algunas poblaciones cercanas carezcan de servicios eficientes de agua, luz, drenaje y otros, o eso es más bien culpa de la enorme dilapidación en los diferentes niveles de gobierno que se ha hecho de los recursos que estaban para eso?

 

 

Consideramos muy preocupante una tendencia que se está marcando claramente en este gobierno: sobreestimar a los funcionarios y subestimar a los empresarios. Las peticiones y opiniones de empresarios y ejecutivos turisteros no deben ser ignoradas y mucho


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