Elecciones a la vuelta de la esquina
Como nunca antes, este año las elecciones han sido un tema de suma importancia para muchos sectores de la población.
Empresarios, intelectuales, obreros, estudiantes, desempleados, mujeres, hombres, ancianos, adultos y jóvenes y todos los demás sectores de la población en su representación social y económica, han hablado, muchos de ellos con un fervor casi religioso, a favor o en contra de los diferentes candidatos.
Al momento de escribir este editorial, todo parece indicar que la ventaja que lleva López Obrador resultará imposible de vencer.
Hay muchísima gente que no solamente tiene un profundo rechazo a la candidatura de AMLO, sino que incluso muestran una animadversión que parece llegar al odio en algunos casos.
Por otro lado, hay muchos otros grupos que han mostrado su apoyo abierto al candidato de Morena y otros más que, discretamente, se están preparando para votar por él.
Los candidatos del PRI y del PAN, a pesar de que en su currículum muestran algunos puntos fuertes a su favor, en especial el candidato del PRI, no han sabido cómo acercarse a la población y de allí su falta de éxito para, si no alcanzar en las encuestas al puntero, por lo menos reducir significativamente el margen.
Muchos piensan que el problema del PAN es su candidato, mientras que el problema de Meade es el PRI. Hay muchos sectores del PAN que se sientes traicionados por la forma dictatorial en que se eligió al candidato y por otro lado, a Meade no le ha quedado más que casi vetar el logo del PRI de su campaña debido al desprestigio enorme de este partido.
Analizando las cosas más a fondo, sabemos de muy buenas fuentes que hay varios sectores en el gobierno, en la milicia y en la educación, que están muy molestos con el gobierno actual y probablemente su voto va a mostrar ese descontento.
Del candidato independiente ni hablamos.
Más que nunca, se espera que el próximo 1 de julio una gran cantidad de personas asistan a votar.
Aparentemente muchas personas quieren que su voto cuente y, ya sea a favor de un candidato o en contra de la mayoría, el voto que otorguen es de suma importancia para ellos y seguramente lo será de suma importancia para el país.
Lo que es muy importante es que, gane quien gane, la paz social se mantenga y que México muestra que su democracia ha ido madurando.
