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Categoría: Análisis Turístico

• El Levante y México.
• Más nexos  económicos y turísticos que se suman a los étnicos y culturales.
• AeroMéxico a Corea, China Southern desde Cantón vía Vancouver y ANA desde Tokio.

No es superfluo hablar de la enorme ventana de oportunidad que se abre en Oriente para nuestro país, por lo que es pertinente recordar los importantes nexos étnicos y culturales que unen al Anáhuac y al Mayab con Oriente: Es bueno no perder de vista que el más relevante componente étnico constituyente de la mexicanidad es el indígena, que, como se sabe, procede precisamente de Asia. No es extraño entonces, cuando esto reconocemos, que las características étnicas de gran parte de los mexicanos sean muy similares a las que presentan los pobladores del extremo Oriente: La forma almendrada de los ojos y muchas facciones comunes a ambos grupos humanos así lo acusan, pues es bien sabido que los primeros pobladores del Continente Americano vinieron de Asia a través del Estrecho de Bering.

  Durante la Colonia, y gracias a la epopeya magallánica, la Nueva España no sólo estuvo en contacto permanente con Oriente a través de la Nao de China, que periódicamente arribaba al Puerto de Acapulco, según puede muy bien atestiguarse actualmente con una ilustrativa visita turística al Fuerte de San Diego,    sino que inclusive las lejanas Filipinas hubo un tiempo que se gobernaron desde la Ciudad de México, sin olvidar que el peso de plata acuñado en la Casa de Moneda de México fue de curso legal en remotísimos lugares del lejano Levante.

  Gracias a ese contacto, en México tenemos rebozos (España mantones de Manila), arroz con leche igualito que en la India, variadísimas especias y tés. Durante el ocaso del porfiriato mano de obra china, coreana y japonesa fue traída a México, muchas veces en condiciones de esclavitud como bien lo relata John Kenneth Turner en su impactante libro “México Bárbaro”. Esos flujos migratorios fueron el origen de la dinámica colonia oriental del Norte y Noroeste  de nuestro país que influenció entre otras cosas hasta la música norteña.
 
 Con todo este bagaje cultural precedente, es bueno meditar que el crecimiento del comercio actual entre México y Oriente lejano ha dado pie a que cada vez se demande mayor conectividad. Resulta positivo ver como los lazos aeronáuticos se van estrechando: El vuelo México-Tijuana-Narita se materializó cuando Aeroméxico tocó la enigmática tierra asiática a bordo de un Boeing 777 el 16 de noviembre de 2006. La misma aerolínea del Cuauhtecutli quería volar más allá y por ello, en mayo de 2008, inauguró la ruta a Shanghái también vía Tijuana.
 
 Por su parte y recientemente, All Nippon Airways inició también vuelos diarios a la capital mexicana desde Tokio Narita, mientras que China Southern Airlines acaba de estrenar su nuevo servicio a la Ciudad de México desde Cantón, vía Vancouver. Si a esto sumamos el próximo despegue del vuelo de AeroMéxico a Seúl, capital de Corea del Sur, no queda duda de que verdaderamente se está haciendo historia al retomar el rumbo marcado hacia el lejano Levante por el Galeón de Manila hace 444 años. ¡Enhorabuena!