El termómetro de la aviación
Uno de los referentes más importantes para ver el estado actual y pronosticar el estado futuro inmediato de los viajes y el turismo es sin lugar a duda las cifras de la aviación.
Según el informe mensual de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) sobre el transporte aéreo mundial de pasajeros, la demanda global de febrero de 2017 volvió a registrar una importante subida por segundo mes consecutivo desde el inicio de 2017.
Los pasajeros por kilómetro transportados (RPK, por sus siglas en inglés) aumentaron un 4,8% interanual. Tras el ajuste por el año bisiesto, la tasa de crecimiento se situó en un 8,6%, ligeramente por debajo del resultado de enero (8,9%). La capacidad (asientos por kilómetro ofertados, ASK por sus siglas en inglés) aumentó un 2,7%, y el factor de ocupación subió 1,6 puntos porcentuales hasta el 79,5%, un máximo histórico para el mes de febrero.
"El sector de pasajeros sigue disfrutando del buen comienzo a principios de año, favorecido por unas tarifas más bajas y un contexto económico más saludable. Y aunque nos siguen preocupando las medidas restrictivas o el cierre de fronteras, aún no tenemos datos para determinar la repercusión de la prohibición de la entrada a Estados Unidos a ciudadanos de seis países. Hasta ahora, la demanda mundial de viajes crece a un ritmo excelente", dijo Alexandre de Juniac, consejero delegado de la IATA.
La IATA estima (teniendo en cuenta la inflación) que el precio de los viajes aéreos ha caído más del 10% en términos reales en el último año, lo que ha generado más de la mitad del incremento de los RPK a comienzos de año.
En Latinoamérica la demanda internacional de pasajeros aumentó un 5,9% interanual. La capacidad aumentó un 2,8% y el factor de ocupación subió 2,3 puntos porcentuales hasta el 81,4%, el más alto de todas las regiones. La fuerte demanda internacional en el interior de la región compensa el descenso del tráfico hacia Norteamérica desde mediados de 2015 y la caída del 3,4% en enero (último dato disponible).
Aunque las cifras son buenas, sin embargo el reporte señala: “El año ha comenzado con algunos “vientos en cara”, como la prohibición de la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de seis países y el transporte en cabina de aparatos electrónicos de gran tamaño en vuelos directos de Oriente Medio y norte de África hacia Estados Unidos o el Reino Unido. Nos preocupa la repercusión de las negociaciones del Brexit en la industria del transporte aéreo; y la retórica proteccionista y el cierre de fronteras no hace sino aumentar la incertidumbre.”
Veremos cómo se desarrollan las cosas.
