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Categoría: Alrededor del turismo

El dólar está más caro de lo que estaba hace un año, pero los precios siguen subiendo, lo que significa es que las vacaciones en el frío norte pueden ser costosas. Pero si realmente quieres ver algo de nieve, ¿qué tal un viaje a bordo de El Chepe? De acuerdo con las encuestas de Internet, el traslado en el tren por el Cañón del Cobre es uno de los viajes más espectaculares de la Tierra. Está a la altura del viaje en tren de Paris a Estambul o el de Siliguri a Darjeeling en la India.


El Chepe, entre otras cosas, es mucho más que un viaje en tren. El paisaje es impresionante y es más una excursión sobre  de una maravilla de la ingeniería a través de algunos de los reinos más remotos y accidentados este lado del territorio del Yukón. Hoy en día, ya existe un aeropuerto en Creel, pero les sugeriría ser tradicionales y volar a Los Mochis, terminal occidental de la línea, pero luego pueden dirigirse hacia El Fuerte y pasar al menos una noche allí. La hora de salida desde Los Mochis es al amanecer, pero si te quedas en El Fuerte te puedes dormir un poco más y tomar el desayuno antes de abordar el tren a las 9 a.m. El Fuerte pretende ser el lugar de nacimiento de El Zorro. Si vas al cine, seguramente ya sabes todo sobre El Zorro. Mejor aún, El Fuerte con su plaza central y su antigua iglesia de las misiones jesuita, y el  palacio municipal del siglo XIX,  tiene  todo el encanto que cualquiera pudiera desear. Aunque el viaje de El Fuerte a Chihuahua tarda alrededor de 12 horas, la mayoría de los viajeros hacen varias paradas en el camino. Muchos bajan del tren en Bahuichivo para subir a un autobús destartalado que los lleva en  40 minutos a Cerocahui en el borde del Valle de Urique. El viaje, en medio de hermosos pinos, madroños de corteza roja, brillantes flores salvajes, es fascinante.
Otra noche la puedes pasar en Divisadero, a 2,300 metros sobre el nivel del mar a lo largo de la línea divisoria continental, con la mejor vista del Cañón del Cobre. Divisadero es el lugar para ver las salvajes y escarpadas gargantas de la tierra y disfrutar dese  la vista mientras te tomas una margarita y relajas después de la cena cuando los camareros se convierten en un cuarteto de guitarra.
La siguiente parada es Creel, que para excursionistas de Chihuahua sirve como puerta de entrada a la tierra de Barranca de Cobre. Los jóvenes de corazón, ciclistas de montaña y excursionistas, suelen quedarse en Creel, y tal vez desde ahí  volar a casa aunque hay bastante más que ver.
Los pasajeros que van a  Chihuahua pueden desembarcar en Cuauhtémoc y continuar en autobús. De esa manera pueden visitar a los menonitas, no tanto para comprar el queso sino para conocer a estas  personas que tienden a rechazar todo lo que es moderno ya que lo asocian a algo malo, qué tan malo depende de qué menonita es el que juzga. El más conservador no permitirá nada motorizado, prefiriendo así a los bueyes para arar sus campos y conducir carretas tiradas por caballos. Las menonitas usan modas rara vez vistas en cualquier lugar excepto en obras teatrales de época. Las mujeres y las niñas llevan faldas largas,  cofias atadas debajo de la barbilla por amplias cintas. Esas mujeres, por cierto, hablan con más fluidez en un dialecto alemán que el español.
Cuando fue concebido por primera vez,  hace más de un siglo, el Chihuahua al Pacífico fue visto como una ruta corta y rápida cuando no había aviones ni existía Canal de Panamá. Ahora, si bien no es la manera más rápida para llegar desde Los Mochis a Chihuahua, sí es la más bonita.