La ciudad más grande de Canadá y cuarta en Norteamérica, es también una de las más progresistas y modernas. Situada en la rivera Norte del Lago Ontario, Toronto ofrece un sinfín de alternativas en deportes acuáticos y pesca recreativa gracias a sus 43 kilómetros de costa en la que se emplazan playas de arena, marinas y puertos. Además hay hermosos bosques con sendas para recorrer disfrutando de la naturaleza. Abordar el ferry que conecta la ciudad con el espacio natural de las Islas de Toronto es una de las mejores formas de disfrutar el Lago Ontario y los parques y bosques aledaños, que ofrecen calma y paz con simpáticos letreros-invitaciones en el césped para pisarlo a gusto y sin complejos.
Las playas permiten relajarse, tomar el sol y admirar sin empacho la naturaleza circundante. Hacer esto a sólo unos minutos del centro de la ciudad es realmente un plus que pocas grandes ciudades pueden ofrecer, pero además se puede almorzar a cielo abierto en “Rectory Café”.
La ciudad de Toronto es muy ecológica, por lo que se puede acceder a las Islas en bicicleta mediante el ferry. La infraestructura formada por 111 ciclo-pistas, 300 ciclo-sendas, 150 carriles compartidos, aparte del sistema de transporte individual por este medio (tipo “Ecobici”) que se extiende por gran parte de la ciudad, incluyendo desde luego la central, funciona las 24 horas del día y permite movilidad no contaminante, económica y divertida tanto a locales como a visitantes. La empresa “Toronto Bicycle Tours” ofrece diversos recorridos guiados y renta de bicis adaptables a cualquier necesidad de los turistas.
La población de Toronto es quizá la más cosmopolita en el mundo, pues la mitad nació en el extranjero, por lo que se hablan 130 idiomas y dialectos provenientes de Europa, Latinoamérica, Asia y África, que se suman a las lenguas amerindias originales. De hecho, el lema oficial de la ciudad es “Diversity Our Strength” es decir “La Diversidad es Nuestra Fuerza”. Esta diversidad se expresa armoniosamente en un verdadero caleidoscopio de costumbres, tipos étnicos, gastronomía, arte, artesanía, festividades, música y expresiones culturales varias que hacen las delicias de los visitantes.
Una de las mejores formas de apreciar la diversidad cultural de Toronto es visitar el mercado Kensigton, un conjunto de estrechas calles y callejones con muchas casitas victorianas brillantemente coloreadas. Muchos grupos étnicos se asentaron aquí desde los años veinte del siglo pasado, iniciando pequeñas tiendas y establecimientos de todo tipo con adorables curiosidades procedentes de todas partes del mundo, que se suman a animados restaurantes, bares y cafés con un ambiente bohemio sensacional.
El Barrio Chino aledaño es pletórico de actividad comercial con productos exóticos e invitantes, mostrados por activos y convincentes dependientes orientales ofreciendo tratos realmente llamativos. Ni que decir que los restaurantes chinos con sus sabrosos y elaborados platillos son irrenunciables en cualquier visita a esta zona de Toronto.
Si ya de por sí la diversidad es emocionante Toronto la complementa con experiencias únicas cargadas de adrenalina, como el electrizante “Edgewalk”, una caminata de vértigo al filo del vacío a 356 metros de altura, o sea el equivalente a caminar y colgarse temerariamente con cara al vacío en la orilla de la azotea de un edificio de 116 pisos. Esta atracción está localizada precisamente en el ícono principal de Toronto: nada menos que la Torre “CN” que ofrece además un observatorio localizado a 447 metros de altura.
Justo al lado de la impresionante Torre “CN” se encuentra el no menos impactante “Rogers Centre” uno de los más dinámicos y versátiles centros de entretenimiento del mundo, con cerca de 200 grandes eventos celebrados anualmente, incluyendo los juegos de locales del famoso equipo de beisbol de las grandes ligas “Azulejos” de Toronto, único equipo no estadounidense que ha ganado la Serie Mundial y cuyos encuentros son siempre emocionantes, con una hinchada que contagia su pasión.
Para más espectáculo y emoción, Toronto ofrece las funciones del “Cirque du Soleil” con su presentación del show “Luzia”, una fiesta de un México imaginario con multitud de impactantes trucos y rutinas circenses enmarcados en un escenario sorprendente por su iluminación y maravillosos efectos especiales de alta tecnología.
Por si no fuera suficiente intensidad, hay que recordar que Toronto está a apenas 100 kilómetros de las Cataratas del Niágara, uno de los más espectaculares sitios naturales del planeta, en donde puede presenciarse el feroz rugido del agua cayendo con todo dramatismo desde 51 metros de altura. El Paseo detrás de las Cataratas y el Crucero “Hornblower” permiten admirar este prodigio de la naturaleza en toda su descomunal fuerza y dimensión.
Para relajarse después de tanta adrenalina, nada mejor que adentrarse en los viñedos de Ontario y el simpático pueblito de Niagara-on-the-Lake. La Vinícola “Peller Estates” tiene un elegante restaurant que sirve suculentos platos regionales haciendo maridaje con excelentes caldos de la propiedad, incluyendo el célebre “Icewine” que se degusta en una cava cuyas paredes y asientos están esculpidos en hielo. La calle principal del pueblito de Niagara-on-the-Lake, designado sitio histórico por su arquitectura del siglo XIX, tiene boutiques, bellos cafés, heladerías y restaurantes para disfrutar románticamente.
De regreso en Toronto y para completar el “relax” nada mejor que disfrutar de tratamientos de ensueño en el Spa “My Blend by Clarins”, reconocido como el segundo spa más celebrado del mundo y situado en el lujoso hotel Ritz-Carlton Toronto, donde también se encuentra el refinado Restaurante TOCA.
Hablando de los restaurantes de Toronto no puede dejar de mencionarse el barrio de Yorkville, en donde se encuentra el “Sassafraz” con cocina canadiense de inspiración francesa. También en Yorkville está el “Cibo Wine Bar” con cocina italiana y 2500 botellas de vino en su premiada cava. Por su parte, el Hotel InterContinental Toronto Yorkville ofrece el espléndido restaurant “Signatures” con creaciones del Chef Andrew Frastacky’s. Este cómodo hotel tiene una inmejorable ubicación para hospedarse, justo enfrente del Real Museo de Ontario y de la Universidad de Toronto.
En suma, si se quiere emoción, adrenalina, diversidad y diversión, Toronto es una gran opción.
Por Daniel Olivares