• El Tianguis Turístico: Aparatoso dispositivo de seguridad contra la esencia del evento.
Desde que en 1975 se dio vida al Tianguis Turístico, durante la presidencia de Luis Echeverría Álvarez, siendo Julio Hirschfeld Almada, Jefe del Departamento de Turismo y posteriormente primer Secretario de Turismo y Miguel Alemán Valdez era presidente del Consejo Nacional de Turismo, éste se ha constituido en el evento de promoción turística más grande que se hace en nuestro país.
Su organización y efectividad muchas veces ha dado lugar a opiniones diversas, pero su esencia es la de reunir a operadores internacionales con la oferta turística nacional y dar proyección a través de los medios.
A últimas fechas, la contradicción entre la esencia apuntada y el aparatoso dispositivo de seguridad empleado “porque va a inaugurarlo el presidente” es a todas luces evidente: En esta edición del Tianguis la zona urbana aledaña a Expo Guadalajara sufrió la invasión del Estado Mayor Presidencial, de la Policía Federal, de la Policía Estatal de Jalisco, de las policías municipales de Guadalajara y Zapopan y de la Fiscalía General del Estado de Jalisco expresada en cientos de efectivos con metralletas, vehículos blindados militares y armados con descomunales ametralladoras, incontables “guaruras”, profusión de vallas, cercos, arcos y filtros de seguridad que inhabilitaron el estacionamiento del recinto y todas las calles a su alrededor. Ya se podrá imaginar el estupor de los invitados internacionales ante tal despliegue: ¿Ésa es la imagen de México que se quiere promover? ¿Es realmente necesario tan costoso y tan irritante operativo sólo porque “va a ir el presidente”?
¡Qué lejanos se ven los tiempos en que el Presidente López Mateos se movía espontánea y carismáticamente entre la multitud, incluso hasta para saludar bellas muchachas! ¡Qué distantes tiempos aquellos en que cualquier viandante podía encontrarse tranquilamente a la señora Paloma Cordero de de la Madrid en una zapatería, en la contra-esquina del Liverpool de Insurgentes, sin que nadie molestase al público! ¡Incluso se extrañan las caminatas de Fox los domingos para ir a misa en pleno Centro Histórico!¡Qué lejana se ve la realidad de otros países como Uruguay en donde el expresidente Mojica solía llegar a trabajar en su “vochito azul” sin más compañía que su señora esposa, o como la de ver a Primeros Ministros europeos llegar a sus despachos en bicicleta!
Derivado de los fraudes electorales y la ilegitimidad Calderón y Peña simplemente no han podido moverse sin que un aparatoso dispositivo los preceda: Ya en sus actos como gobernador del Estado de México o en la campaña presidencial Peña daba muestras de su afición por los aparatosos y prepotentes dispositivos, pero lo que ahora se ve es simplemente indignante, si uno imagina lo que nos cuesta a los contribuyentes. Bien haría al turismo y al erario que si tiene tanto miedo o no puede moverse sin tanta alharaca pues que mejor no vaya al Tianguis: Que mande su discurso por videoconferencia y todos contentos, pues además, pone el mal ejemplo y gobernadores, secretarios de estado, legisladores, presidentes municipales y funcionarios de toda laya acaban imitándolo y se rodean y nos rodean de omnipresentes “guaruras” que nada abonan a la imagen turística de México y nos cuestan toneladas de dinero.