Los hábitos de algunos viajeros actuales y las "selfies mortales"
Los buenos agentes de viajes tienen la sana costumbre de advertir a los viajeros sobre diferentes situaciones de seguridad y salud que pueden enfrentar en los viajes. Los agentes de viajes profesionales informan a sus pasajeros sobre la importancia de tener en cuenta ciertos puntos fundamentales cuando viajan, como vacunas, zonas de riesgo, etc.
Parece que algo que los agentes de viajes necesitarán incorporar en sus consejos a sus clientes es advertirles sobre el "peligro" que implica estar distraídos y absortos con sus equipos electrónicos de comunicación.
Hace algunos años hubiera sido considerado como algo absurdo que una persona usara un teléfono para tomarse fotos a sí misma, pero sabemos que en la actualidad es muy común que las personas que viajan estiren la mano, apunten en su propia dirección, sonrían y tomen una llamada "selfie."
Normalmente esas fotos son de mala calidad, la cara de la persona abarca todo el paisaje y es casi imposible observar el lugar visitado... pero es una tendencia actual para muchos viajeros.
El problema es que a veces las personas que practican esta curiosa "técnica fotográfica" llegan a tal grado de absorción (o más bien distracción) que en ocasiones están tan "concentrados" en su propio rostro que se olvidan del entorno que los rodea y eso ha tenido, en varios casos, consecuencias fatales.
Desde 2014 se han reportado y documentado 49 casos de "muertes por selfie." Las causas principales de muerte han sido caídas (16 casos) ahogamientos (14 casos) y accidentes de tren (ocho casos.)
Los países en que han ocurrido esos accidentes son India, 19 casos; Rusia, siete casos; Estados Unidos, cinco; España, cuatro; Filipinas, cuatro; Portugal, dos; Indonesia, dos y con un caso documentado figuran Sudáfrica, Rumania, Pakistán. Italia, China y México.
Además de las tres principales causas de muerte arriba mencionadas, otras razones por las que las "selfies" han sido mortales son: heridas de arma de fuego, cuatro casos; granadas, dos; accidentes aéreos, dos; accidentes automovilísticos, dos y ataques de animales, uno.
La información anterior resultaría cómica si no estuviéramos hablando de pérdidas de vidas humanas. Ha habido personas cuya última acción en su vida fue fotografiar su propia muerte por estar distraídos al momento de auto-fotografiarse. Es algo serio... pero pensándolo bien, también es algo cómico.
Entonces, queridos agentes de viajes, no olviden advertir a sus clientes que auto-fotografiarse puede ser una actividad de alto riesgo, sobretodo si para perfeccionar el "selfie" caminan de espaldas hacia una catarata o acantilado o si acercan la cabeza demasiado a la jaula de un león.
