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Categoría: Generales

En Tuxpan se puede ser testigo de los increíbles espectá­culos que brinda la naturaleza, ahí la razón de ser llamada “la ciudad de los bellos atardeceres”, ver caer la tarde en el malecón y mirar los colores rojizos y anaranjados uniéndose en las aguas veracruzanas es uno de tantos atractivos que ofrece éste destino.


Esta ciudad es una de las regiones de la República Mexicana privilegiada con diversidad  ecológica; Tuxpan alberga playas vírgenes,  manglar,  lago, río, arrecifes y bosque tropical. Además destaca su cercanía con el Distrito Federal, tras 18 años de construcción de la carretera México-Toluca, el contacto con la naturaleza queda a sólo dos horas y media de la capital del país.
El puerto de Tuxpan es reconocido por su industria marítima y por sus pintorescos paisajes. En las noches, barcos y torres petroleras iluminan al río y mar acompañados del cielo tapizado de estrellas, el destello de los truenos durante las tormentas eléctricas en la playa es un evento que no puede perderse.
La gastronomía local se destaca por mariscos y pescado fresco que sirven los restaurantes cercanos al río, donde también se puede disfrutar del panorama azulado y tomar un paseo en lancha para apreciar la naturaleza de la que goza Tuxpan.
Platillos locales como zacahuil, los bocoles  y las refrescantes bebidas como agua de horchata y timbakei  (raspado a base de plátano machacado, grosella y leche), son los sabores representativos del municipio.  
También los deportes acuáticos son ideales para realizarse en este paraíso desconocido:  pesca, buceo,  manejar acuamotos o practicar esquí náutico.


En el centro de Tuxpan, las atracciones son la catedral, las fuentes Danzantes que se encienden con luces de colores al anochecer y el Callejón del Niño Perdido.
Cercano a Tuxpan se encuentran las reservas naturales de Isla de Lobo, Tamiahua, la zona arqueológica Tajín o el pueblo mágico de Papantla.
Por Ariadna Ramo