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Categoría: Alrededor del turismo

Sitienes la suficiente suerte para pensar en un prolongado fin de semana en los próximos días, piensa en llevar a los nietos a San Luis Potosí mientras mami y papi salen a volar por unos pocos días de frivolidad en Las Vegas o algún lugar así.
Tal vez no fuera San Luis Potosí el primer lugar que se te ocurra para unas breves vacaciones, pero te llevarás una sorpresa. Ahora es el lugar de un par de los más modernos museos del país, ambos muy atractivos para los niños. Lo mejor es que los niños y los ancianos disfrutan de un descuento del 50% en los precios de entrada. También Las Vegas es una gran ganga para viajeros en este momento, pero tu agente de viajes podrá hablarles de eso a mami y a papi.


Los abuelos, en cambio, probablemente lo pasarán mejor mientras sirvan de escolta a sus nietos por El Laberinto, la versión de San Luis del museo del Papalote en la ciudad de México, pero mayor y mejor. Se supone que es para niños, pero yo sospecho que los adultos lo disfrutan aun más. Ahora bien, muchas de las exposiciones parecen juegos de computadora y tal vez necesites llevar contigo un niño para descubrir como funciona todo.
Lo que te dan es una introducción a todo desde el universo hasta el cuerpo humano. La única queja que yo tuve fue el tamaño del lugar. Abarcando unos 9,000 metros cuadrados, El Laberinto justifica su nombre. En realidad no hay manera de verlo todo en un solo día, y tratar de hacerlo solo llevaría al agotamiento. Pero acuérdate de que estamos hablando de un fin de semana prolongado.
La otra nueva diversión de la ciudad es la oportunidad de ver el interior de algo que fue una prisión ciertamente sombría y de la que estarás feliz de dejar cuando quieras. El nuevo Centro de las Artes ocupa lo que hasta hace unos diez años era la Penitenciaría del Estado de San Luis Potosí, aunque tal vez la llamaban Centro de Readaptación Social, un eufemismo si hubo alguna vez uno .
Esta cárcel fue construida durante el Porfiriato y es una réplica de Lecumberri en la ciudad de México, edificio como un castillo con torres y almenas cuya única razón de existir era el castigo, no la readaptación social. A los niños les fascinará el lugar. Pueden ver hasta la celda en que Francisco Madero estuvo encarcelado el tiempo suficiente para diseñar el Plan de San Luis.
San Luis Potosí, al igual que tantas ciudades de México, tiene un moderno autobús panorámico disfrazado de antiguo trolebús, buen modo de conocer lo que es una ciudad sorprendentemente real la minería le dio riquezas en la época virreinal, y le dio el nombre de Potosí por una mina en lo que ahora es Bolivia y que antaño fue la región más rica de toda Sud América.
San Luis Potosí se encierra para echar la siesta, que puede durar de la una a las cinco por la tarde. Para los abuelos esos puede ser una bendición. También es agradable saber que esta pequeña metrópolis es un oasis de tranquilidad en el que a nadie le preocupan los delitos y el gobernador ha sobrevivido en el cargo más de cinco años con su reputación intacta. Los chilangos trasplantados rezongan que la vida en esta ciudad provinciana es aburrida, pero para un fin de semana el aburrimiento puede ser un placer.