Tianguis Itinerante: Excelente Decisión
La Secretaria de Turismo, Gloria Guevara, anunció casi inmediatamente después de que acabó el Tianguis de Acapulco que se acababa el tianguis en Acapulco.
Recuerdo que en el año 2000, Fortino Ibarra, nuestro fundador, fue invitado junto con su servidor, a las oficinas de la flamante nueva Secretaria de Turismo del gobierno de Fox, Leticia Navarro, para platicar sobre cómo veíamos las cosas en el campo turístico y para ofrecer nuestras sugerencias para sacar adelante a la industria turística.
Una de las sugerencias que le dimos fue precisamente que el Tianguis siguiera el ejemplo del Pow Wow y se llevara al cabo en diferentes sedes para poder beneficiar con promoción a diferentes ciudades, estados y regiones del país.
Leticia Navarro fue muy franca con nosotros y nos dijo que, políticamente hablando, esa era una imposibilidad debido a que el gobierno recién entrado no iba a hacer nada que molestara al gobierno local de Acapulco o al gobierno estatal de Guerrero.
Como siempre sucede en nuestro país con las decisiones que se deben de tomar a tiempo y terminan tomándose tarde, tuvieron que pasar 11 años para que finalmente un presidente y una secretaria de turismo tomaran la decisión de desantificar a Acapulco y a Guerrero y se atrevieran a hacer algo que deberá beneficiar a México.
Ahora bien, por supuesto que el gobierno actual de Acapulco y el se Guerrero no son los mismo que hace 11 años, pero tampoco Acapulco es el mismo de hace 11 años... hace 11 años había gobernantes sin cabeza, pero la mayoría de los turistas sí la traían puesta.
Ahora Acapulco está en un punto en que tenía, forzosamente, que dejar de ser sede del principal evento turístico de México. Si bien la decisión era necesaria, tomarla seguramente no fue tan difícil como lo hubiera sido hace 11 años, cuando Fox dijo que ni de chiste y Navarro dijo que ni modo.
De cualquier forma, felicidades a Sectur y esperamos que esta decisión ayude a que otras ciudades y otras regiones del país sean conocidas por los turisteros y los turistas extranjeros.
Ese ha sido el problema de México: tenemos una cantidad enorme de riquezas naturales, culturales e históricas que volverían locos a los turistas extranjeros, si tan solo supieran de ellas.
