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Categoría: Análisis Turístico
• La Secretaría de Gobernación no hace respetar la legislación vigente en materia de casinos.
• La Riviera Maya sufrirá las consecuencias.
En este espacio hemos advertido que en el Senado de la República está el proyecto para una nueva Ley de Juegos y Sorteos hecha a la medida de los casineros por diputados irresponsables, que aun viendo el clima de violencia en el que está gran parte del país, pretenden echar más leña al fuego fomentando la proliferación de salas de apuesta. La irracionalidad e impertinencia de la iniciativa elaborada por los diputados es tal, que el Senado parece no haberla contemplado para el presente periodo de sesiones, pues hay temas mucho más relevantes relacionados precisamente con la seguridad y la lucha contra la corrupción.

Así pues, se supone que la ley y el reglamento vigentes deberían ser aplicados por la autoridad en materia de juegos y sorteos, pero resulta que SEGOB simplemente se hace de la vista gorda permitiendo que operen casinos con ruleta y tallamiento de cartas, que desde luego no están autorizados por la legislación actual.   

Así por ejemplo, se anunció que la compañía Iberostar, inició la operación de un casino dentro de su complejo en Playa Paraíso en la Riviera Maya, que forma parte del complejo turístico bajo el concepto todo incluido Premium, y que alberga cinco inmuebles de lujo y que incluye en sus instalaciones el Casino “Las Vegas” que cuenta con 40 máquinas de juegos, una ruleta americana y dos mesas de Black Jack en vivo; además de pantallas para apreciar los eventos deportivos y realizar apuestas en vivo. Aunque no es un casino abierto al público y que opere todo el día como en Las Vegas, Nevada, sienta un precedente peligroso.

Al respecto, en una entrevista con el diario “El Economista” en febrero pasado, Darío Flota Ocampo, director del Fideicomiso de Promoción Turística de la Riviera Maya, manifestó su desacuerdo de instalar casinos en este destino del Caribe mexicano. Aseguró que este tipo de establecimientos no le hace falta a la Riviera Maya. Además, representan un peligro por el tipo de turismo que se atrae, agregó

Actualmente, dijo, el destino es líder nacional en ocupación hotelera, lo mismo que en número de habitaciones disponibles, por lo que no se justifica la instalación de casas de juego. “La Riviera Maya no necesita este tipo de entretenimiento, pues el viajero que actualmente recibe el destino es familiar, que busca el sol y la playa, así como la oferta cultural e histórica de los mayas”, comentó.
“Los casinos, en cambio, atraerían otro tipo de turismo que podría generar situaciones negativas que, eventualmente, afectarían el flujo de turismo tradicional que ya recibe la Riviera Maya”, añadió.

Flota Ocampo puso como ejemplo a Atlantic City, “un destino pasado de moda, que no supo ofrecer más allá que sólo casinos como oferta de atracción turística. En cambio, Las Vegas ha sabido diversificarse más allá del juego, se ha convertido en un gran centro de convenciones, espectáculos, así como un gran destino de compras”.
En ese mismo sentido, opinó Gerardo Valadez Victorio, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial de la Riviera Maya, antes de abrirle las puertas de par en par a este proyecto, se deben analizar los pros y contras, así como el impacto de una actividad de este tipo en la Riviera.

Analizando lo anterior queda  claro que al gobierno de Peña Nieto no le interesan los efectos nocivos de los casinos y por eso permite la violación de la ley vigente, desoyendo las advertencias de los que realmente conocen la realidad de sus destinos, como es el caso de los dirigentes  de la Rivera Maya, que como se ve, está en inminente peligro de verse invadida por los casinos, lo que  desvirtuaría la vocación natural y cultural de este espléndido corredor turístico.