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Categoría: Hotelería

Si usted es de las personas que piensan que al visitar Walt Disney World Resort, lo único que podrá comer son hamburguesas, hot dogs, papas fritas y esas cositas por el estilo, que son fiel reflejo de la típica “fast food” americana, permítame decirle -con todo respeto- que está en un error….. el mismo error en que yo estuve hasta que Sarah Domenech y María Cecilia Loup, gerentes de relaciones públicas, ventas mundiales y operaciones de viajes y, de relaciones públicas interna­cionales, de Disney Destinations respectivamente, se organizaron para invitar a un grupo de prensa latinoamericana, a un viaje al que denominaron “The Ultimate Disney Dining Experience.”

 

Y bueno, el motivo era darnos una probadita de lo bien que se puede comer en los parques, hoteles y restaurantes de Disney. En otras palabras, darnos a conocer su amplia variedad de platillos gourmet… si, leyó usted bien ¡¡gourmet!! Y aunque se trate de Disney, no es fantasía, es una deliciosa realidad.
Nuestra experiencia inició con una espléndida cena en el restaurante California Grill del hotel Contemporary donde nos sirvieron un sushi increíblemente rico, seguido de un gazpacho y unas viandas de diferentes carnes con sus respectivas guarniciones. Pero el California Grill no sólo sirve platillos gourmet para grandes y chicos, sino también es el lugar ideal para disfrutar desde su terraza, de los fuegos artificiales que cada noche iluminan el castillo del Magic Kingdom.
Después de un sueño reparador en nuestras confortables habitaciones del  Disney Beach Club Resort, al día siguiente desayunamos al más puro estilo africano en el restaurante BOMA Flavors of Africa, del Animal Kingdom Lodge, que ofrece sus cocinas abiertas, donde un equipo experto prepara apetitosas ensaladas, platillos vegetarianos, mariscos a la parrilla y carnes rostizadas, inspirándose en los variados sabores de más de 50 países africanos, desde el Mediterráneo hasta el Océano Indico. Además de los exóticos sabores, la decoración del lugar es también una delicia.

De ahí nos fuimos directamente al parque Animal Kingdom, donde fuimos recibidos en el restaurante Yak & Yeti. Recorrimos sus instalaciones y entramos hasta la cocina para ver la preparación de los alimentos que se sirven. Por su decoración y su comida, bien se podría decir que este lugar es una extensión de Asia, una especie de refugio antes de ascender al Monte Everest.
No es que fuera temprano para comer algo, el problema es que acabábamos de desayunar y no teníamos hambre, sin embargo el señor John Wetzel, gerente general del Yak  & Yeti tuvo la gentileza de disponer sobre la mesa algunas de las exquisiteces que sirven: Combo Lo Mein, una mezcla de pastas, zanahorias, calabazas, cebollas verdes y frijoles; pollo con miel, costillitas de cerdo a la barbacoa (considerado lo mejor del menú), wontons fritos y pay de mango. ¡lástima que no lo pudimos probar se veía increíble! Lo que sí hicimos fue subirnos a la atracción Expedition Everest, donde sacamos toda la adrenalina con el rugir del yeti. Nos divertimos como niños ¡y pensar que mis hijos en esos momentos estaban en la escuela!
Del Animal Kingdom Park nos lanzamos rápidamente al Disney´s Hollywood Studios, justo a tiempo para el lunch, el cual tomamos en The Hollywood Brown Derby, la mejor opción para comer en este parque y una auténtica réplica del original Brown Derby de Hollywood, que en otros tiempos era parada obligada de los famosos y caza talentos. ¡cuántas historias se podrían contar de este lugar! Desde la entrada, las paredes tapizadas de fotografías color sepia son el preámbulo perfecto para una comida inolvidable: la “Cobb Salad” es y seguirá siendo el platillo más cotizado. Pero el menú incluye otras propuestas maravillosas, como el pato a los dos modos,  el tazón de pasta con tofu de coco frito o el salmón bañado sutilmente en whisky. Para empezar se antoja el pastel de cangrejo con costra de patatas y para cerrar con broche de oro quizás un pastelito de tres chocolates, la crème brûlée de doble vainilla con chocolate amargo o tal vez el pastel de toronja, con su sorprendente explosión de sabor. ¡la elección nunca fue más difícil!
Como el tiempo nos alcanzó muy bien, nuestras anfitrionas de Disney premiaron nuestro “sacrificio” de tener que comer tanto, llevándonos a probar cuán valientes somos en la Torre del Terror y en la Rock`n´Rollercoaster.

Tanta emoción nos abrió el apetito, por eso nos fuimos a cenar al Citricos del Disney Grand Floridian Resort & Spa. Se trata de un restaurante de ambiente mediterráneo mezcla de la Provenza francesa, la Toscana italiana y la Riviera española. Comimos como reyes, para empezar pastel de cangrejo y un risotto crujiente con hongos con un coulis de jitomate, luego una maravillosa ensalada romana con todo y sus anchoas y sus corazones de palmito, para continuar con un filete estilo siciliano acompañado de una guarnición de cebollas españolas y unas papas con cuatro quesos, todo rociado con el mismo jugo de la carne. De postre nos sirvieron un trío perfecto: mousse de avellanas y chocolate, pastel de queso con limón y tiramisú. Los vinos con los que acompañamos esta cena eran de Italia y Francia.
A la mañana siguiente tomamos nuestro desayuno en un ambiente menos elegante, pero sí muy divertido, en el Chef Mickey´s del hotel Contemporary. Este es sin duda el lugar favorito de los niños, pues además de elegir su comida de un extenso y colorido buffet que incluye panes dulces, hot cakes, malteadas y otras ricuras para ellos, pueden saludar y tomarse fotos con Mickey y sus amigos, quienes pasean por el lugar de mesa en mesa dibujando sonrisas en las caritas infantiles.
Y llegó la hora de visitar el Magic Kingdom, el primero de los parques en ser inaugurado en el inmenso feudo de Disney allá en Orlando hace uff, ya muchos años. Con nuestro Fast Pass en mano, el grupo de invitados se desperdigó por todos lados para que cada quien disfrutara de las atracciones a su antojo. Y en el momento señalado nos reunimos nuevamente para ir al Wilderness Lodge, un hotel precioso con un ambiente montañés. Fuimos conducidos hasta el restaurante Artist Point que a esa hora estaba abierto nada más para nosotros. Ahí nos esperaba la señora  Karen Haynes, directora de mercadeo de alimentos y bebidas de Walt Disney World; la señora Maureen Barrett, directora de ventas y operaciones de viaje y relaciones públicas de Disney Destinations, así como el chef Marco Chaves y el somelier Michael Scheifler quienes nos tenían  preparada una sorpresa: sin duda la mejor comida de nuestro viaje, porque si bien es cierto que en todos lados comimos delicioso, nuestra experiencia culinaria en el Artist Point, fue realmente única y como muestra, he aquí el menú: ensalada de tomate con queso mozzarella de búfalo con aceite de oliva extra virgen, crema de hongo portobello  ahumado con shiitakes rostizados; una copita de agua de tomate con cangrejo para continuar con un filete grueso de pescado y después un lomo de búfalo acompañado de un budín de queso azul y calabacines. De postre terrina de chocolate valrhona con frambuesas frescas y avellanas saladas. Cada platillo lo fuimos comiendo con un vino diferente, elegido por el experto somelier Scheifler. Todo estaba tan suculento, que una de las compañeras del grupo se atrevió a comparar los sabores con un “abrazo de la abuela” “sabe a felicidad”. Dijo.

Por la noche fuimos al Raglan Road Irish Pub and  Restaurant  ubicado en Downtown Disney donde degustamos varias cervezas irlandesas, al tiempo que disfrutamos de una rica selección de entradas y después, a elección de cada quien, había pay de pollo rústico, pastel tradicional de cordero y res, fish and chips y de postre pudín de manzanas con mantequilla y pan de fresas. Este pub irlandés ofrece espectáculo musical por la noche y es el sitio ideal al que ir antes o después de la función del Cirque du Soleil que lleva años presentando con éxito “La Nouba” de martes a sábados, tal y como hicimos nosotros.
Por la noche nuevamente al hotel y por la mañana nuevamente a….. comer. En esta ocasión nos fuimos caminando a Kouzzina, un restaurante de cocina griega en donde su chef, la señora Cat Cora sorprende a sus comensales con un menú extraordinario en el que a la hora del desayuno incluye huevos revueltos con jitomate, queso feta y espinacas, selección de panes dulces recién horneados y entre otras delicias, pancakes rellenos de frutas frescas. Para comer y cenar la chef Cora propone lasaña estilo griego, hamburguesa de cordero, ensalada griega y pollo a la canela con tomates, de entre una amplia selección de platos para los cuales ofrece un vino diferente.
Después del desayuno nos fuimos a Epcot. Además de disfrutar algunas de las atracciones, el propósito de visitar este parque era conocer de primera mano todos los pormenores del evento que realiza año con año, el “Epcot International Food & Wine Festival”, que desde el primero de octubre y hasta el 14 de noviembre se está llevando a cabo y en el que participan 27 países de todo el mundo mostrando lo más emblemático de su gastronomía y sus vinos a través de stands colocados a orillas de la laguna de Epcot. Y como muestra basta un botón, a nuestra llegada ya nos tenían preparados a manera de primicia, algunos bocadillos. Aprovechando nuestra presencia en el parque, fuimos invitados a La Cava del Tequila, por supuesto en el pabellón mexicano, donde degustamos nuestra bebida nacional antes de disfrutar una exquisita cena a los pies de la Torre Eiffel, en el restaurante Bistro de París. Tuvimos libertad de elegir lo que nos apeteciera, de modo que hubo quien ordenó risotto con langosta, o sopa de cebolla, escargots o chuleta de cordero. De postre no faltaron las crepas ya fuera con manzana o Grand Marnier, un mousse de choco­late o un soufflé y todo acompañado por los mejores vinos de Francia.
De esta manera terminó nuestro fantástico viaje gastro­nómico por los restaurantes, parques y hoteles de Disney, ahora no nos resta más que…. ir al gimnasio. Buen provecho!!!
Por: Laura Ibarra