Los trenes de pasajeros desaparecieron de México en 1997. Sólo el Chepe continúa rodando allá por las Barrancas del Cobre, haciendo el viaje desde Chihuahua a Los Mochis en unas 13 horas. La mayoría de los pasajeros están más interesados en ver el paisaje que en simplemente ir de un lugar a otro. Esto se aplica doble a los trenes a Tequila en Jalisco.
Para mí, al menos, hasta con un destino previsto, un viaje en tren es una maravillosa manera de relajarse y ver a dónde vas. Me recuerda los días cuando simplemente viajar era la mitad de la diversión. Cuando estoy pasando por arriba de las nubes, siempre me parece frustrante no poder ver las ciudades, pueblos y campos abajo. Cuando las distancias no son muy grandes, yo prefiero ir en autobús, pero un tren sería aún mucho mejor.
No todo el mundo está de acuerdo, por supuesto. Los viajes en tren requieren tiempo y el tiempo es dinero. Pero ¿de qué sirve el dinero sin el tiempo para disfrutarlo?
El tren es la manera en que la mayoría de las personas viajan por Europa. Es fácil y conveniente. Los trenes en Europa por lo general ofrecen asientos reclinables, bastante espacio para las piernas (mucho más que en un avión), comidas en un comedor, incluso en segunda clase, más espacio abundante para tu equipaje de mano. Entre los destinos puedes disfrutar del paisaje, trabajar y prepararse para su reunión, dormir, leer o dar un paseo en el coche bar.
Mejor aún, los amantes del tren pueden viajar en tren desde Londres a Beijing o Mongolia, incluso aventurarse en la casi prohibida Corea del Norte, cuando los arreglos han sido hechos con antelación. Asia en tren puede ser especialmente atractiva. Los japoneses, después de todo, inventaron viajes de trenes de alta velocidad, completando su primera línea en 1964. El Shinkansen, también conocido como el “tren bala”, hoy es una red de líneas de alta velocidad operados por cuatro empresas. El sistema se ha ampliado y actualmente enlaza las principales ciudades de las islas de Honshu y Kyushu, con la construcción en marcha de un enlace a la isla norteña de Hokkaido. Para no ser menos, los chinos, en diciembre inauguraron una línea de alta velocidad de 2298 kilómetros conectando Beijing con Guangzhou, cerca de Hong Kong. China cuenta ahora con más de nueve mil kilómetros de ferrocarril de alta velocidad.
Uno de los viajes más lujosos en el mundo ferroviario se encuentra a bordo del Eastern Oriental Express, realmente un crucero de ferrocarril para los turistas, que corre entre Singapur y Bangkok. Y desde Bangkok hay trenes a Vietnam, Laos y Camboya, así como al resto de Tailandia. Myanmar (Birmania) también se conecta a Tailandia por ferrocarril (¿recuerden la película “El puente sobre el río Kwai?”), pero Myanmar ha estado dudando en admitir turistas.
Si se completan las líneas nuevas para pasajeros, México tendrá un largo camino por recorrer para ponerse al día con el resto del mundo. En realidad, lo mismo puede decirse de América en general. Los canadienses y los estado-unidenses hablan mucho sobre el atractivo de los viajes de trenes de alta velocidad, pero cuando se dan cuenta de lo que costaría, tienen sus dudas. Pero en diciembre, una nueva era supuestamente comenzó y ahora puede pasar cualquier cosa.
