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¿Cómo podemos hacer viajes menos estresantes con nuestros bebés y niños? Puedes empezar hablando con tu agente de viajes y después con la línea aérea. Adviértelos por adelantado de tus intenciones. Así, a veces una aerolínea puede arreglar  que una madre y el niño aborden primero y estén sentados juntos. A veces. Los bebés menores de dos años de edad pueden volar gratis cuando están sentados en algún regazo. El padre puede compartir esta tarea con mamá y ciertamente debe ser en vuelos largos. Las carriolas generalmente pueden ser documentadas en la puerta del avión. Generalmente pero no siempre. Líneas aéreas diferentes tienen reglas diferentes.
Hay algo más que debemos mencionar aquí. Si bien las aerolíneas permiten que los niños menores de dos años viajen en avión sin boleto – en brazos de papá o de mamá – los reglamentos aeronáuticos exigen que los niños mayores vayan en su propio asiento y, si la tripulación del vuelo tiene dudas al respecto, será necesario demostrar la edad del niño. Lleven consigo una copia del acta de nacimiento.
Debes llegar al aeropuerto temprano y permite que los empleados de la aerolínea sepan que viajarás con un pequeñín, o dos. Este quiere decir que tienes que salir temprano, también. Tendrás que aguantar un viaje duro, pero no hay ninguna necesidad de hacerlo más duro preocupándote de si no vas a llegar al mostrador con tiempo para recoger tu pase de abordar, documentar tu equipaje y después correr a la sala – a veces medio kilómetro lejos – en tiempo para abordar tu vuelo.
Hay otra razón para llegar temprano. Los aeropuertos son buenos lugares en donde los pequeños pueden correr de aquí para allá y se agoten ellos mismos. Solamente estate seguro que estos pequeños no molestan a nadie. O, por lo menos, a pocos. La gente de seguridad quizás sean llamada y los problemas comienzan. Está enterado que padres con niños revoltosos pueden ser acompañados afuera del aeropuerto, ser negados a abordar u ordenados a  bajar del avión (pero sólo mientras no despega).
Trae contigo los alimentos, los libros y los juegos que necesitarás. También muchos pañales, y las bolsas de plástico para el material sucio. Trata sin embargo no pasarte de la raya. Un animalito de peluche debe ser suficiente. Trae tres, y uno quizás sea olvidado  en el jet, prometiendo berrinches mañana. Y está seguro que los críos sepan por adelantado  que deberán permanecer sentados una vez dentro del avión. Ellos no deben estar corriendo por los pasillos donde las azafatas están ocupadas con aparatos que anotan los cargos de tarjeta de crédito.
Un pequeño  asesoramiento de un experto pediatra: poco antes que el avión despegue, dar al niño algo de comer. Masticar  ayuda a mantener en equilibrio los puntos de presión en el oído interno. Si la presión no está equilibrada, el niño siente dolor, y un niño con dolor puede dar gritos de llanto. Eso puede inspirar a los pasajeros sentados cerca a decir groserías feas para orejas diminutas. Con un golpe de suerte el chiquito pasará la mayor parte del vuelo durmiendo.


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