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Categoría: Análisis Turístico

• Ladestrucción de Mexicana.
• México, el país de los 200 años de desigualdad e injusticia.
• Un gobierno que celebra el dominio de los privilegiados que financiaron su llegada al poder para que nada cambie.



Cuando se terminó la anterior entrega de “Análisis Turístico” todavía no nos enterábamos de la fatídica suspensión de actividades de Mexicana de Aviación, que desde luego ha causado gran disgusto entre los que conocemos la importancia que esta línea aérea ha tenido en la actividad turística.
Es realmente reprochable e inaceptable que la connivencia entre el régimen calderonista y sus favoritos, patrocinadores de su campañas sucia, sacrifique a la más antigua línea aérea de Norteamérica, en detrimento de la industria turística, del público consumidor y desde luego de miles de trabajadores ahora desocupados.
Lo que queda claro es que al tomar la presidencia literalmente a codazos,  el calderonismo no ha hecho otra cosa que beneficiar a sus secuaces: Ahí está la entrega de AeroMéxico a José Luis Barraza, ahí está el refrendo y apoyo a las concesiones mineras de empresarios nacionales y extranjeros que las explotan dañando el medio ambiente para su único beneficio; ahí están las intentonas de privatizar actividades petroleras en beneficio de los intereses españoles de REPSOL, representados por el fallecido ex secretario de gobernación. Ahí están las últimas decisiones de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y COFETEL para favorecer,  indebidamente como siempre, a TELEVISA en la asignación de espacios y espectros de difusión electrónica así como el uso de infraestructura pagada con el erario para beneficiar en exclusiva a Azcárraga Jean. Ahí está la sistemática conducta anti-laboral de la Secretaría del Trabajo, que en todo momento se ha puesto en contra de los trabajadores pretendiendo acabar con la fuerza de los sindicatos independientes como los electricistas del SME, que se han opuesto a que los favoritos del calderonismo usufructúen la fibra óptica instalada por la desaparecida Compañía de Luz y Fuerza. Ahí está la desaparición de más de 40 000 empleos directos y miles más de indirectos en el sector eléctrico. Ahí está la pretendida desaparición de los icónicos sindicatos independientes de pilotos y sobrecargos que con la suspensión de actividades de Mexicana de aviación son incluso culpados de ganar buenos sueldos por parte del ex director de Mexicana que sin morderse la lengua los acusaba en los medios, sin empacho de embolsarse él mismo un sueldo de ¡250 000 dólares mensuales! ¡Doscientos cincuenta mil dólares mensuales que ganó por mal administrar a Mexicana y llevarla al cierre de operaciones!
Pero Gastón Azcárraga, primo del dueño de TELEVISA, jamás va a ser llamado a explicar cómo el y su director en tan sólo cinco años “tronaron” una empresa que durante casi noventa años había sido capaz de capotear toda clase de dificultades, pues como ya se reveló fue generoso donante en la campaña sucia del calderonismo.
Ahora se sabe también, gracias a investigaciones de la revista “Proceso”, que el grupo Advent, actual propietario de Mexicana de Aviación, compró en 2003 más de 90% de la empresa Hildebrando, la empresa de los hermanos Zavala Gómez del Campo, entre ellos Margarita Zavala, esposa de Calderón, y de Diego Hildebrando, famoso por haber puesto a disposición de su cuñado, Felipe Calderón, el software del IFE con el padrón electoral que sufragaría en las elecciones del 2006.          
Ante este panorama sólo cabe reflexionar que en 200 años, en realidad México ha cambiado muy poco: En la época de la colonia, previa a la lucha independentista, vivía en la Nueva España el hombre más rico del mundo: Pedro Romero de Terreros, quien se jactaba de que podría adoquinar con plata el camino de Veracruz a su hacienda de San Miguel. Lo que no sería tan presumible era que esa plata era arrancada de las entrañas de la tierra por miserables mineros hambrientos, harapientos y condenados a morir en apenas unos cinco años por espantosas infecciones pulmonares causadas por el sílice de las minas. De 6 millones de personas que poblaban la Nueva España, sólo 800 000 (los blancos) tenían acceso a todos los derechos y privilegios. Hoy, año 2010, podemos “celebrar” tener de nueva cuenta al hombre más rico del mundo mientras más de 60 millones de compatriotas se debaten en la pobreza muchos de ellos con “salarios” de 54 pesos diarios o menos.
Este artículo se escribe en pleno 15 de septiembre de 2010, fecha en que el gobierno calderonista nos pide celebrar la desigualdad, la pobreza, el rampante desempleo, la existencia de 8 millones de “Ninis” (jóvenes que ni estudian ni trabajan), y celebrar los más de 28 000 decesos del “Sexenio de la Muerte”. Nos pide celebrar la democracia traicionada mediante fraudes para que la presidencia nunca la gane la izquierda. Nos pide celebrar que la mayoría de los recursos naturales está en manos de extranjeros, que la banca mexicana está en manos extranjeras, que los ferrocarriles están en manos de extranjeros. Nos pide festejar la hotelería transnacional, la pretendida venta de playas a extranjeros que promueven diputados panistas, la televisión en manos de un duopolio extranjerizante y embrutecedor,  la pésima imagen de México generada por el propio gobierno, y hasta el calculado sacrificio de la línea aérea bandera más antigua del país.  
¿Celebramos o reflexio­namos?