Más allá de la imagen de unas vacaciones en la playa se encuentra el sueño de un verdadero refugio de lujo junto al mar, uno de esos lugares donde quisiéramos quedarnos por siempre, donde todo parece ser perfecto y, todavía más, todo parece ser exactamente como nosotros lo queremos. Eso es, precisamente, lo que nos ofrece The Tides, una empresa hotelera que, más que hoteles, tiene refugios de sofisticación y romance con un servicio extraordinariamente personalizado y nos ofrece dos sitios de consentimiento y detalles en las playas de nuestro país, uno en Zihuatanejo y otro en la Riviera Maya.
tre los mejores resorts de playa por publicaciones tan prestigiadas como Condé Nast Traveler y Travel & Leisure, no son, sin embargo, muy conocidos por los viajeros mexicanos, quienes representan apenas el 5 % de su clientela. Es por eso que los señores Carlos Blanco y Pedro Lara, gerentes generales de The Tides Zihuatanejo y The Tides Riviera Maya, respectivamente, hicieron una visita a la Ciudad de México para charlar con los principales mayoristas y agentes de viajes especializados en productos de lujo, así como para ofrecer un coctel a la prensa especializada en turismo.
“The Tides Zihuatanejo –comienza diciendo Carlos Blanco—tiene sólo 70 habitaciones, las cuales son atendidas por 230 empleados, con lo cual queda en evidencia la importancia que se le da al servicio, pues lo que buscamos es que nuestros huéspedes tengan una experiencia única, anticipándonos a sus deseos, poniendo su música favorita, preparando los platillos que les gustan, haciendo hasta lo imposible por cumplir todos y cada uno de sus deseos. En cuanto ellos hacen la reservación, les mandamos un cuestionario para saber sus gustos, el motivo del viaje, etcétera, con la finalidad de que los empleados sepan qué les gusta y de qué manera.
“Un ejemplo del servicio es el hecho de que el registro se hace en la habitación –dice--, lo cual es diferente a todo lo que antes habían experimentado en cualquier hotel. Nuestro trato con los empleados es genuino, respetuoso y cálido, de modo que ellos reflejan lo mismo a los huéspedes. De hecho, hacemos una junta cada mañana para compartir información sobre los huéspedes, tanto los que van a llegar como los que ya están instalados.”
The Tides Zihuatanejo tiene un estilo arquitectónico mexicano y ofrece dos tipos de cocina: mexicana contemporánea y mediterránea, con las cuales se pueden satisfacer todos los gustos. Además, los huéspedes pueden elegir el lugar donde quieren comer, el cual puede ser su habitación, el restaurante, la playa (perfecta para cenas románticas), la cava o donde quieran. Si lo desean, pueden elegir los vinos para su cena y el chef se encargará de preparar platillos que hagan un buen maridaje, o viceversa, pueden escoger los platillos y el Somelier diseñará una lista de vinos adecuada.
“El servicio de playa también es excepcional –comenta Carlos Blanco--, pues cada quien tiene su propia palapa y sus camastros, más una mesa perfectamente montada por si quieren comer ahí. También tenemos un bar con 120 tequilas diferentes y un maestro tequilero que da clases y combina los tequilas con diferentes tipos de ceviche, o clases de cocina que empiezan en el mercado o en el muelle para comprar los vegetales y los pescados. Pronto empezaremos clases básicas de masaje en el spa, donde tenemos 7 cuartos de tratamiento y un excelente menú de masajes, faciales y envolventes.
“Nos enorgullece poder decir que alcanzamos el 97 % de satisfacción del huésped en las encuestas profesionales –comenta—y es por eso que queremos invitar a todos los viajeros nacionales a que nos visiten, pues podemos asegurarles que van a encontrar los mismos servicios que en los míticos resorts de Asia, sólo que sin ir tan lejos.”
www.tideszihuatanejo.com
Por cierto, ambos hoteles están a punto de cerrar una negociación con Aeroméxico para ofrecer paquetes con avión incluido, así que ahora será más fácil visitarlos.
“The Tides Riviera Maya está enfocado en brindar un servicio al detalle –platica Pedro Lara—y sólo tiene 30 villas rodeadas de vegetación, logrando así un entorno de gran intimidad.
“De hecho –añade--, es un lugar de reencuentro, de romance, de conexión, un espacio propicio para la relajación, para olvidarse un poco del mundo y encontrarse con uno mismo y con su pareja a través de sabores y tradiciones mayas, tanto en la cocina como en el spa, pues aquí hacemos todo a la medida del cliente como, por ejemplo, ¿qué les gustaría comer el día de mañana?, que es una pregunta frecuente del chef a los huéspedes, quienes aquí encuentran cocina con técnicas mediterráneas y elementos locales (hasta clases de cocina yucateca).”
The Tides Riviera Maya es un refugio de lujo metido en la jungla para que los visitantes tengan la sensación de intimidad que vienen buscando, pero al mismo tiempo toda la infraestructura de lujo y comodidad que pueda requerir el viajero más exigente, todo entre 7 pequeños cenotes y una zona de manglares, más una playa prácticamente privada y un spa que es una verdadera delicia para el cuerpo, la mente y el espíritu.
“Entre nuestros principales mercados podemos mencionar las bodas y las lunas de miel –comenta Pedro Lara--, pues tenemos el lugar perfecto para ese tipo de ocasiones, además de que les ofrecemos paquetes con esnorquel, buceo, paseos a caballo, tours a zonas arqueológicas y mucho más. La mayoría de nuestros huéspedes vienen de Estados Unidos y de algunos países de Europa, pero ya empiezan a llegar viajeros de la Ciudad de México y de Monterrey. Con estas visitas de promoción, esperamos lograr que aumente el número de visitantes nacionales, pues en verdad vale la pena que vean las maravillas de hoteles y de servicio que pueden encontrar en su propio país.”
www.tidesrivieramaya.com
Por Vicente Ochoa